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Monday, March 17, 2008

El desalojo y la Concertación

El desalojo y la Concertación

Andrés Allamand
Senador

Ignacio Walker ha resuelto sumarse a la embestida de diversos miembros de la Concertación contra el libro "El desalojo. Por qué la Concertación debe irse el 2010". En esta oportunidad, el esfuerzo apunta a demostrar que la acción de la oposición sería "beligerante".

Para intentar fundar su tesis discurre a una forzada y, sobre todo, muy oportunista analogía con la actual situación del Partido Popular español. Es forzada porque las realidades de Chile y España son muy distintas. Es oportunista porque desde siempre el PDC chileno ha proclamado a los cuatro vientos su carácter de partido "aliado" e "interlocutor exclusivo" del Partido Popular en Chile. Sin embargo, el ex canciller de Lagos, luego de la reciente derrota del PP (y omitiendo señalar que éste aumentó su representación parlamentaria), acaba de descubrir que dicha colectividad "es mucho más cercana a la derecha que a la Democracia Cristiana".

La imputación de fondo —la idea que ha surgido una oposición beligerante— es simplemente insostenible. Una oposición de tal rasgo se caracteriza por dos actitudes principales: por la convocatoria a la agitación social y por la obstrucción legislativa.

La agitación social jamás ha sido un resorte de la Alianza. Al contrario, han sido los propios partidarios de la Concertación los que han tenido ese proceder, como cuando el PS —partido de la Presidenta Bachelet— se unió a una violenta marcha de la CUT… ¡convocada para protestar contra su propio gobierno! O cuando el ministro del Trabajo sostuvo que el grave conflicto laboral que afectó a Codelco no era legal ni ilegal, sino "alegal".

En cuanto al bloqueo legislativo, cabe consignar que más del 80% de los proyectos de ley del Gobierno se aprueban con el apoyo opositor. El año pasado, Gobierno y oposición alcanzamos tres acuerdos políticos de gran envergadura en educación, seguridad ciudadana y reforma previsional. Es completamente absurdo acusar de "beligerante" a una oposición cuando los pocos logros que puede exhibir el actual Gobierno jamás se habrían alcanzado ni materializado sin el apoyo de la Alianza.

El problema insalvable de la Concertación no es una supuesta "beligerancia" opositora. Es muy distinto: es que la ciudadanía constata a diario que la actual Concertación está cruzada por una transversal negligencia en el manejo de los recursos públicos y variadas formas de corrupción. El propio Ignacio Walker lo sabe bien: durante su campaña senatorial del año 2001, fue víctima de una grosera intervención electoral del aparato público, episodio que hasta ahora él ha resuelto "no ventilar públicamente".

En definitiva, lo que "crispa" a la Concertación es la convicción intestinal de sus propios integrantes de que tendrán que abandonar el poder. Lo que irrita a la Concertación es la pérdida de las mayorías parlamentarias y políticas, producto de sus propios errores.

Lo que no admite la Concertación es que no haya más margen de impunidad para sus prácticas malsanas. Lo que no tolera la Concertación es enfrentar a una oposición unida y que representa la indispensable alternancia en el poder.

La Concertación vive aferrada al espejismo de creer que el origen de sus penurias está en sus adversarios. Quizás deberían reflexionar sobre las declaraciones de don Gabriel Valdés —aplicables a todo el conglomerado—, quien hace poco señalaba que la Democracia Cristiana estaba muy "cerca del final" producto de "un aumento de la ambición de poder por sobre los ideales. Creo que se instala un sistema de la Cosa Nostra italiana en que se busca colocar gente del partido en puestos clave para tener poder, pero sin ideas, sin servicio ni generosidad". Valdés les asignaba la responsabilidad del fenómeno a quienes "han usado el poder más allá de lo que es la moral y los valores".

El problema de la Concertación no es la oposición. Es su agotamiento y el desvanecimiento de las bases éticas y los principios políticos que la inspiraron hace dos décadas.

Saludos
RODRIGO GONZALEZ FERNANDEZ
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
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