C.M. / G.C.
La inauguración del Centro de Salud Familiar Doctor Raúl Yazigi, en Lo Prado, fue el escenario elegido por la Presidenta Michelle Bachelet para fustigar, de manera implícita, a la Alianza, bloque que ha advertido que fiscalizará con rigurosidad que los recursos del Estado se gasten adecuadamente, en especial los 650 millones de dólares adicionales asignados a educación.
Las críticas presidenciales a la oposición se produjeron a la misma hora que el ministro secretario general de la Presidencia, José Antonio Viera-Gallo, propuso a la derecha un pacto legislativo que permita concretar las transformaciones anunciadas el 21 de mayo. Según Viera-Gallo, que habló en Valdivia, éste es "el momento de un entendimiento parlamentario de fondo".
Al responder a la derecha, Bachelet dijo que "puedo entender que alguien diga 'yo quiero garantizar que las platas se gasten bien'. En eso estamos todos, pero no puedo entender que alguien pueda estar en contra de que la educación haya sido la gran prioridad para gastar recursos".
"Creo que la gente distingue al que critica por criticar, el que halla todo malo o al que sólo lo mueve un interés político menor, pero vamos a destinar un presupuesto histórico a la educación y hay quienes lo quieren torpedear. Eso no es pensar en el país", postuló.
UN ESTADO SENSIBLE
En medio de un grupo de personas beneficiadas con las políticas sociales del Gobierno, Bachelet afirmó que éstos son "avances concretos y reales y desafío a cualquiera a que venga a decirnos que esto no es así".
Mostrar "hechos y no palabras" es parte de la estrategia de La Moneda que busca contrarrestar la tesis del caos que busca imponer la Alianza, no sólo con datos objetivos, sino que también con desplazamientos en terreno. "Hemos estado trabajando sin descanso por ustedes y ésta creo que es la hora; el único norte que nos mueve a nosotros como Gobierno es el norte de responder a las necesidades de la gente", expresó.
Para dejar en evidencia que la derecha se preocupa sólo de intereses económicos, agregó que "algunos piensan que el Estado no tiene que garantizar derechos, algunos tienen el esquema de 'obtienes lo que pagas'. Quiero ser clara: a mí esto no me representa para nada. Queremos un Estado sensible, que se la juega y se comprometa con las necesidades de las personas".
"Si a alguien le molesta que se invierta más en la gente, claramente éste no es el Gobierno de aquéllos. Quiero decirles que si avanzamos en educación, salud, vivienda, no es que gane Bachelet, gana Chile", postuló.
La Jefa de Estado reiteró luego su llamado a no dejar que "el velo del pesimismo ni la crítica destemplada oculten que en el país tenemos un avance sereno y consistente, un avance a veces sin estridencias, pero sí contundente".
En este esquema de interpelar a la Alianza se inscribió el ministro Viera-Gallo, que exhortó a terminar con discusiones estériles y a trabajar por las grandes transformaciones que anunció la Presidenta e instó a la oposición a sellar un pacto legislativo con el Gobierno y la Concertación.
El acuerdo debería alcanzar once áreas claves para la plataforma gubernamental: reforma educacional, reforma previsional, agenda de probidad y modernización de la Contraloría, agenda laboral, modernización de la judicatura del Trabajo, los cuerpos legales que materialicen el aporte a las pymes y la regionalización.
Asimismo, La Moneda aspira a acercar voluntades en materia de modernización municipal, mejoramiento del status de los concejales, cambios al sistema electoral e inscripción automática en los registros electorales, seguridad pública, legislación indígena, ratificación de los tratados internacionales de derechos humanos y adhesión de Chile al TPI, y proyectos para Transantiago.
"Probablemente se concordarán algunas y otras no, pero esto forma parte de la política. Lo que no puede pasar es que el trabajo se empantane en luchas estériles y el Parlamento no funcione para beneficio del país", planteó.
RESPUESTA
Tanto en la UDI como en RN hubo moderación frente a la oferta de Viera-Gallo. "Un pacto es posible sólo si nos hacen parte del Gobierno", afirmó entre risas el presidente de RN, Carlos Larraín. Más en serio, precisó a La Nación que "si los proyectos son buenos, no veo por qué no" establecer un pacto legislativo.
La misma posición tuvo el diputado gremialista Patricio Melero, que afirmó que la oposición está disponible para sacar adelante al país, por lo que la disposición "es a apoyar y no a obstruir" los grandes proyectos legales. LN