Antonini confirma que había otra maleta con $4.2 millones en el avión
GERARDO REYES
El Nuevo Herald
AP
Guido Alejandro Antonini Wilson abandona el tribunal federal de Miami el martes 23 de septiembre del 2008 en Miami.
El testigo estrella del caso de la valija, Alejandro Antonini, declaró el martes en una corte federal de Miami que el avión en que aterrizó en un aeropuerto de Buenos Aires en agosto del año pasado, transportaba una segunda maleta con $4.2 millones, además del maletín de $800,000 que le fue confiscado.
Antonini no reveló el destino del dinero, pero afirmó que un alto funcionario de Argentina le agradeció, en nombre de ese país, que se hubiera declarado formalmente dueño de la valija con los $800,000 ante funcionarios aduanales del aeropuerto Jorge Newbery, que lo retuvieron en la madrugada del 4 de agosto.
Durante su esperado testimonio el martes, Antonini aseguró que no era el dueño del maletín con los $800,000 y que se enteró después que en el equipaje se había transportado más dinero en efectivo.
El avión, que había salido de Caracas, transportó una comitiva de ejecutivos de la estatal petrolera de Venezuela PDVSA y funcionarios argentinos entre quienes se encontraba Claudio Uberti, un importante enlace de ese gobierno con el de Venezuela en asuntos petroleros.
"Claudio Uberti me ofreció todo lo que quisiera en Argentina y me dijo que yo le había hecho un gran favor a él y al país'', afirmó Antonini.
La fiscalía federal del sur de la Florida y otro de sus testigos clave, el abogado venezolano Moisés Maiónica, han dicho que los $800,000 salieron del gobierno de Venezuela con destino a la campaña de la actual presidenta argentina, Cristina Fernández.
Aunque algunos testigos de la fiscalía habían revelado que hubo más envíos para la campaña de Fernández, hasta ahora el gobierno no había hecho ninguna alusión a los $4.2 millones.
La revelación fue publicada hace dos semanas en el diario argentino La Naciónbasándose en fuentes no identificadas.
Antonini se enteró de la valija adicional con los $4.2 millones al reunirse en Buenos Aires con Diego Uzcátegui, entonces director de PDVSA en Argentina, un día después del fiasco de la confiscación, explicó Antonini.
En esa oportunidad Uzcátegui le preguntó dónde estaba "el resto del dinero'' a lo que Antonini respondió que no sabía de qué estaba hablando.
"Los $4.2 millones, me dijo'', declaró Antonini.
Uzcátegui le explicó que él ya estaba "harto'' de hacer viajes con dinero en maletas más grandes y que el problema lo deberían solucionar "los argentinos''.
"Ellos [los argentinos] la embarraron y tienen que arreglarlo'', dijo Uzcátegui, según Antonini.
Al explicar el tamaño de las maletas descritas por Uzcátegui, Antonini, quien estaba sentado rindiendo su testimonio, dio a entender que tenían una altura que llegaba casi hasta sus hombros.
El testimonio de Antonini se produjo en la tercera semana de juicio contra al empresario venezolano Franklin Durán, acusado de actuar ilegalmente como agente extranjero de Venezuela, en una conspiración dirigida a silenciar a Antonini para que no revelara el origen ni el destino del dinero.
Según Antonini, sus entonces amigos y socios Durán y el empresario venezolano Carlos Kauffman, acusado en la misma causa, le ofrecieron en Miami un avión ejecutivo para salir de Estados Unidos hacia Israel o España a raíz del escándalo.
Antonini se quejaba de que estaba acosado por los medios de comunicación en Miami que lo buscaban para conocer su versión sobre la valija.
"Yo no acepté [el ofrecimiento del avión] porque el dinero [de la valija] no era mío'', insistió Antonini.
Aconsejado por su abogada Teresa Van Vliet, Antonini decidió cooperar con el FBI el 16 de agosto en una operación que culminó con el encausamiento de Durán, Kauffman, Maiónica, Rodolfo Wanseele y José Canchica.
Con unos 30 kilos menos de peso en comparación con las fotografías de él que se han divulgado y vestido con un traje negro, camisa blanca y corbata vino tinto, Antonini respondió en inglés al interrogatorio del fiscal del caso Tom Mulvihill.
El fuerte acento del empresario y su bajo tono de voz, dificultaron la tarea de la transcriptora de la corte y provocaron varios reclamos del abogado de la defensa, Ed Shohat.
De acuerdo con el testimonio de Antonini los hechos que rodearon la confiscación de la valija ocurrieron así: Antonini, quien se presentó en la audiencia como un hombre de negocios de ciudadanía estadounidense y residente de Key Biscayne, viajó a Caracas el dos de agosto del año pasado para asistir a un asado de un amigo en esa ciudad.
Durante un almuerzo al día siguiente en un restaurante español con Uberti y funcionarios de PDVSA, la secretaria de Uberti, Victoria Bereziuk, le comentó que se había abierto una licitación en Argentina para el suministro de tubería del Gasoducto del Sur, un proyecto del presidente Hugo Chávez, que pretende llevar gas desde el oriente de Venezuela a Argentina a través de Brasil.
Bereziuk le explicó que sería una muy buena oportunidad para conocer los detalles del negocio que hablara con su jefe durante un vuelo programado para salir el día siguiente a Buenos Aires.
Antonini, quien expresó interés en la licitación, aceptó la invitación y se embarcó en un avión ejecutivo Cessna Citation que salió alrededor de las 9 p.m. del hangar de PDVSA en el aeropuerto de Maiquetía con una comitiva de ambos países.
Los demás pasajeros eran: Exequiel Espinosa, presidente de la petrolera argentina Enarsa; Diego Uzcátegui y su hijo Daniel de 19 años, y los funcionarios de PDVSA Nelli Cardozo, asesora jurídica; José Avila Driet, de protocolo y Ruth Behrens, empleada de las oficinas en Uruguay, además de Uberti y Bereziuk.
Durante el vuelo Antonini no tocó el tema del negocio con Uberti debido a que el avión atravesó por una fuerte turbulencia casi todo el tiempo de vuelo. Luego se entretuvieron con una película.
Al llegar en la madrugada al aeropuerto, los pasajeros fueron recogidos por un automóvil privado que los transportó a la zona de aduanas. Antonini llevaba consigo un maletín personal y una maleta en la bodega de la aeronave.
A los 15 minutos de llegar a la zona de aduanas, los pasajeros recibieron en masa el equipaje.
Antonini aseguró que cuando ayudaba a pasar uno de los maletines, una funcionaria le preguntó por su contenido. El respondió que no sabía pero que estaba pesado.
La funcionaria le pidió que lo abriera sobre una mesa y cuando lo hizo, quedó a la vista el dinero en efectivo.
"Uberti estaba al lado mío, yo lo miré, y el alzó los hombros como diciendo no sé'', relató Antonini.
En ese momento los demás pasajeros estaban fumando unos y otros montados en un automóvil que los llevaría a la ciudad.
Un policía dijo que quería inspeccionar todas las maletas, "pero nadie le prestó atención'', recordó Antonini, quien se quedó en el terminal en compañía de Daniel Uzcátegui, el hijo del alto funcionario de PDVSA. Los demás pasajeros se marcharon.
Antonini fue trasladado a la terminal comercial del aeropuerto donde las autoridades iniciaron al conteo del dinero y le entregaron una formulario para que se hiciera responsable de los fondos incautados.
"Yo le decía a ella [la funcionaria de Aduanas] que el dinero no era mío, pero ella estaba furiosa y me dijo que me callara'', relató Antonini.
No es muy claro cómo ocurrió, pero Antonini relató que en un momento vio que Daniel Uzcátegui sacaba dinero del maletín y lo guardaba en su chaqueta. Antonini admitió que tomó $3,000 que luego entregó al FBI. El empresario firmó la declaración mediante la cual se responsabilizó del dinero confiscado.
"Era la única manera de salir de allí'', aseguró Antonini.
En el formulario consignó que vivía en Venezuela y escribió como dirección de su domicilio un apartamento de Durán en Caracas en el que solía hospedarse.
Aceptó que mintió en la información porque no quería que las autoridades se enteraran de que era ciudadano estadounidense.
Finalmente Antonini salió a Buenos Aires en compañía de Daniel Uzcátegui y se hospedó en el Hotel Sofitel. En el vestíbulo del hotel se reunió con Diego Uzcátegui, a quien le reclamó por el problema en el que lo había involucrado.
"¿Como me metiste en esto?, le pregunté y me respondió que 'yo sé como arreglarlo''.