Fomentadas las primarias en el país, sensibilizándose aún más la necesidad de que Venezuela se logre poner de acuerdo con el liderazgo político existente, se presenta una amalgama de candidatos de tendencias ideológicas y prácticas de gobierno variadas, para poner sus rostros, su experiencia y vocación real de servicio a nombre de una renovada democracia que urge instaurarse nuevamente en el país.
En estos momentos trascendentales donde Escritores, Opinadores, Articulistas, Periodistas, Profesores universitarios y Dirigentes políticos e Intelectuales, surgimos con la necesidad de guardar con profundo celo donde los componentes del esfuerzo y la necesidad social converjan de la mejor forma, logrando concebir que realmente la voluntad popular se manifieste en todo aquello que se mueva en la jugada electoral.
Debe entenderse, además, que la jugada crucial en este momento es convencer que en estos ciudadanos está depositada la confianza de un cambio político en la nación y que todos ellos representan procesos, tendencias, ideologías y prácticas, que fortalecen estas primarias venezolanas, proceso constitucional necesario para la transformación del país.
Los zulianos, parte importante en los antecedentes electorales, hemos respondido más que a un partido en particular o a un dirigente; hemos manifestado con fiereza las intenciones de vivir en democracia, mensurable y alternativa en esencia. Por lo cual, en base a eso, acometemos con entusiasmo un proceso nacional difícil de entorpecer o de minar con prácticas poco éticas.
Por lo cual, en la búsqueda de un próximo gobierno de participación, de representatividad política, social y protagónica, logramos en nuestros esfuerzos que las reglas y condiciones para gobernar se discutan entre tantos precandidatos que apreciamos y respetamos, más aún conociendo la lucha de algunos de éstos en los últimos 13 años; caracterizándolos por ser perseguidos, privados de libertad y de estado de derecho, amenazados y agredidos.
No es tiempo de callar; la necesidad que prevalece es la de gobernadores experimentados en sus despachos, alcaldes preparados para la lucha dura de la reconstrucción nacional y la seguridad, la confianza, que el sectarismo político de quien logre el apoyo popular no se convierta en un club de amigos, una sociedad de cómplices que manejen el estado con la complicidad de una mafia al estilo de la antigua Sicilia de los años 30.
Por otro lado, los rostros de una dirigencia política, aguerridos por el deber ser de la democracia venezolana, sin mirar las consecuencias de la persecución del régimen, traslucen sin recursos económicos en la lucha política y en estos momentos se merecen por lo menos el derecho de opinar y exigir que las reglas claras se impongan. Referido a esto, quienes ahora se rasgan las vestiduras, pocos días antes gozaban en USA, España, y Perú de lujosas vacaciones.
Otros aspectos que deseamos destacar, es la política sin principios, (Gandhi, 1948) en estos momentos la MUD deberá velar los ofrecimientos precandidaturales, pudiéndose convertir en un negocio frío e inhumano, lo cual sumado a la crisis del Estado venezolano, crean en tiempos de esperanza la poca credibilidad en lo que se hace. Afirmar ésto solamente, produce argumentos que alimentan la credibilidad en el estamento político.
Finalmente estamos, claros con las jugadas conocidas por los sectores que poseen recursos de gobierno, para impulsar sus nombres y las formas de cómo lo hacen. Seremos, en lo político, una piedra en el zapato de estos mercaderes de la conciencia social y de los tiempos en que se manejaban los miedos sociales ante la tiranía. Basta de pescar en rio revuelto. ¡Basta!
Prof. José E. Pons B.
@JosePonsB
