Renovación Nacional adelantó el rechazo a la propuesta presidencial sobre los candidatos para ocupar dos vacantes del directorio de TVN,

RN EXIGE UNA AUTONOMIA EN TVN

 

 

El lunes último, Renovación Nacional adelantó el rechazo a la propuesta presidencial sobre los candidatos para ocupar dos vacantes del directorio de TVN, Edmundo Pérez Yoma y Mahmud Aleui Peña y Lillo, que deberá votarse en el Senado en los próximos días. El principal argumento de la colectividad es que dichos nombres están asociados con un criterio político y no técnico, lo que resta independencia a la labor que se debe desarrollar desde tales cargos. La secretaria general de la colectividad, Lily Pérez, señaló que en ese escenario "sería conveniente que la Presidenta expresara cuál es su idea de televisión pública porque con los nombres puestos no queda claro qué tipo de televisión está impulsando".
El punto es de real importancia, toda vez que dicho canal de televisión, por su carácter público, debiera garantizar independencia a objeto de dar espacio a toda la ciudadanía, sin sesgos políticos. De lo contrario no se justifica un canal estatal, menos cuando se trata de instrumentalizar su estructura para fines electorales. En esto hay que tener especial cuidado, cuando estamos en las cercanías del inicio de un proceso eleccionario municipal que será el anticipo de la contienda presidencial de 2009. Por lo mismo, es que los miembros del directorio de TVN conminaron hace unos días a su presidente, Francisco Vidal, a alejarse de la contingencia, porque no se puede usar un cargo de esa connotación para hacer política partidista. El rol que le cabe a la televisión pública debe ser claramente establecida y defendida en un régimen democrático, porque en ella deben tener expresión todos los sectores del país. Y, de lo contrario, ¿cuál es el sentido de que siga en manos del Estado?
En consecuencia, es sano que los parlamentarios evalúen, sin intereses políticos, la propuesta que deberán votar en el Senado, asumiendo con altura de miras la responsabilidad que tienen en la designación de funcionarios para integrar un organismo estatal. La independencia es un factor clave para el ejercicio de sus labores y, es de esperar que esta vez, el Ejecutivo no intente convencerlos con una mala práctica como fue el compra-votos que se puso en marcha para aprobar la ley del Transantiago.

Saludos
Rodrigo González Fernández
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