"Político es la máscara del hombre de la polis"
Luis Castellón, director del Museo de Ciencia del Padre Suárez y un expolítico que sabía cohabitar sin desnudarse en la cama municipal granadina
Miércoles, 05/09/12 8:52ENTREVISTA | Francisco Barajas
Luis Castellón - Foto: GD
Este señor catedrático de Ciencias Naturales, expolítico socialista que supo retirarse a tiempo, Luis Castellón, director del Museo de Ciencia del Instituto Padre Suárez de Granada, tiene una perilla y un bigote de general prusiano. Y sus cejas peculiares son como el aviso para navegantes porque sus ojos científicos todo lo ven y todo lo escudriñan con interés manifiesto, y para después poder opinar con una sensatez también manifiesta, objetiva y muy cabal. Un caballero español que parece alemán por su sabiduría y su falta notable de saber tocar el charango y la pandereta.
Fue otrora un concejal delegado de Medioambiente, el primero que puso orden cierto en el sentido medioambiental en esta ciudad de zurupetos aborígenes, saltabalates olímpicos, señoricos cacofónicos, avefrías de raro pelaje, cucufatos de quita y pon y otros especímenes no interesantes del género humano. Y con un acierto real, y no solo para la propaganda socialí. Lo hizo con dignidad y buen trabajo. ¡Salve, don Luis Castellón! Y que siga usted enderezando museos sin tener que tropezar en la misma piedra política de volver a ser político en activo. Usted sirve para muchas más cosas que ser un hombre público de la polís con una máscara partidista. A usted no le vale lo de tirar piedras políticas, y esconder con malaleche la mano. Usted es una persona. Usted conoce en dónde empiezan las verdades y en dónde terminan las mentiras, incluso las políticas. A pasarlo bien, ha sido un placer.
Pregunta.- Un museo suele ser una cosa con muchos cachivaches… ¿Usted dirige el mejor Museo de Ciencias de España, o esta afirmación es propaganda bolchevique?
Respuesta.- No es propaganda de ningún tipo, es una afirmación en el sentido del conjunto de lo expuesto. La palabra Museo que hoy está bastante manoseada, se suele aplicar mentalmente con inmediatez a los dedicados a la pintura, escultura, arqueología, pero con menos frecuencia a lo científico, menos aún el que esté en un Instituto ya que no se conoce que algunos poseemos un Patrimonio, generalmente decimonónico, sorprendente en cantidad y en calidad. Nuestro Museo se distingue por la gran diversidad de colecciones, muy relevantes precisamente por lo anterior y por el estado de conservación, otros en España están polarizados bien en algunas colecciones zoológicas, mineralógicas o de aparatos de Física, pero dudo que alguno reúna a la vez todos estos aspectos, cuestión que si ocurre en éste del Padre Suárez con más de 6.200 elementos expuestos cubriendo todas esas facetas de la Ciencia y con una calidad muy, pero que muy alta. Insisto en que para llegar a la afirmación de la calidad del Museo de Ciencias del Instituto Padre Suárez, hay que conocer qué es un Museo científico, como son los españoles… y fácilmente se comprenderá lo anterior.
P.- El hombre es un mono más o menos evolucionado que es muy difícil de catalogar por sus "monadas"… ¿El mundo de la política es otra "monada" del hombre, o es una forma de ganarse la vida de puta madre para arriba sin dar mucho clavo?
R.- Pues si "monadas" son todas las actuaciones de los primates, vale. Aunque me remitiría en sus orígenes a la propia etimología de la palabra "político", más o menos "máscara del hombre de la polis". Habría que ver si ya los griegos futurizaron con aquello de "máscara". Por lo demás, yo no generalizaría esa "monada". Algunos la desarrollan con plena honradez y efectividad, a veces costándole el dinero, y otras, las más visibles y en la actualidad penosamente frecuentes, en efecto se traducen en no dar mucho clavo y vivir como aquellos que acababan con cosechas de vinos carísimas y lubina a diario recién salidos del vino de tetra brik y de las morcillas. Lo malo es que estos últimos tienen una especial habilidad para crear votos subsidiados.
"Proliferan los distantes o aquello de "Usted no sabe con quien está hablando". Una visión miope de su propio estatus"
P.- Aduce un mono político conservador gallego, eso, que con 5.100 euros mensuales se las ve "canutas" para llegar a final de mes… ¿En tiempos, otrora, se metía a la sombra de un bambú al mono político por decir menos "monadas"?
R.- Primero, que otrora muy pocos políticos tenían ese sueldo, la lengua tan larga y tan pocas entendederas. Lo que sí se es, es que con mi golpe de catedrático por oposición y catorce trienios, salgo por menos de la mitad que ese señor, de forma que si llego a final de mes, según los parámetros de ese gallego infeliz, es que soy partícipe de un milagro. Esa "monada" ha sido una memez que me imagino que acabará costándole el retiro.
P.- ¿Y no cree usted que los políticos están actualmente algo denostados porque se creen superiores al resto de la ciudadanía?
R.- Otra memez, y me temo que en ocasiones cierta. No deben olvidar que es la ciudadanía la que les pone en el cargo, bien por votación a su lista o a través del partido de turno. Pero si que es cierto que proliferan los distantes o aquello de "Usted no sabe con quien está hablando". Una visión miope de su propio estatus.
P.- La Casa Bailía, sita en la granadina Plaza del Carmen, una institución local quizá muy necesaria… ¿Ahora los ayuntamientos son como mucho menos cercanos al ciudadano y van más a lo suyo partidista?
R.- Tiene bastante que ver con la respuesta anterior, sólo que hay que añadir, en efecto, lo partidista que además está suponiendo una degradación del "juego político". Se puede, y en ocasiones se debe, discrepar, pero nunca vituperar al oponente. Si eso se hace dentro de una Corporación, ¿que no se va a hacer con la ciudadanía de la calle, salvando el "pan y toros"? Precisamente el cómo discrepar, o la facultad de entenderse con el que piensa de forma distinta, es lo que diferencia a unos políticos de otros.
"Precisamente el cómo discrepar, o la facultad de entenderse con el que piensa de forma distinta, es lo que diferencia a unos políticos de otros"
P.- Las tijeras siempre han sido instrumentos perniciosos… ¿Llega usted a final de mes con sus estipendios mensuales?
R.- Algo he anticipado ya. Me queda algo menos de un año de hipoteca y a partir de ahí, espero no tener que andar pensando en los días que quedan para cobrar. Concretando, llego con apurillos a veces, pero llego. Eso si no hay otros nuevos tijeretazos a los inmediatos que somos nosotros, los funcionarios.
P.- ¿Granada es una isla rodeada por tiburones políticos?
R.- Escualos los hay en todas las aguas. Otra cosa es como responde Granada a estos. El fallecido Felipe Romero, en "El segundo hijo del mercader de sedas", pone en boca de éste en su marcha de Granada a Génova la frase de "siglos pasarán para que esta ciudad tenga arreglo", y transcurría el siglo XVI.
P.- Yo escribo la frase cohabitación política… ¿Y usted qué responde?
R.- De repente se me antoja el término algo erótico o casi pornográfico. En serio, me parece que en algunos casos no ha dado malos resultados. Pero ojo, siempre que prime el interés general sobre el de los "cohabitantes", y con dosis de generosidad e inteligencia.
P.- ¿Y eso de las comisiones parlamentarias, preguntas sobre los ERE en este caso, sirven para algo?
R.- Pues veremos los resultados. Lo malo es que el muestreo en este país sobre dichas comisiones no es demasiado amplio, por tanto del fruto de las mismas. Positivo sería que proliferaran más siempre que se tomen muy en serio. Reconozco que la historia de dichas comisiones en Estados Unidos de Norteamérica puede servir de ejemplo.
P.- ¿Los políticos son lobos para los votantes?
R.- Lógicamente no debiera ser así, pero precisamente en estos días presenciamos el estupor de muchos votantes sobre el destino perverso de su voto. La licantropía en este caso nace en el momento de ignorar o contradecir un programa electoral, salvo que hubiera intenciones ocultas que fueran como la luna llena que vuelve a sacar a relucir al lobo.
"Los grupos de presión, la propia Ley Electoral vigente, la existencia de un Senado o de las Diputaciones tal como están entendidas, entre otros factores, no contribuyen a que nos sintamos en un entorno "higiénicamente democrático"
P.- ¿Y no le suena a camelo la democracia que tenemos los españoles?
R.- Me suena a bastante mejorable. Yo que viví la Transición, ya me pareció en su momento que era muy tímida y que se le seguía dando mucho poder a sectores dudosamente democráticos. Por otra parte, los grupos de presión, la propia Ley Electoral vigente, la existencia de un Senado o de las Diputaciones tal como están entendidas, entre otros factores, no contribuyen a que nos sintamos en un entorno "higiénicamente democrático".
P.- ¿Y a dónde vamos a llegar…?
R.- Pues si siguen incrementando su poder, como así parece, el gran capital, las multinacionales, la Iglesia Católica y afines (Opus, Legionarios de Cristo, etcétera), mal lo veo. Tanto el 15-M, las marchas de Sánchez Gordillo, y sobre todo la prevista como creciente abstención en elecciones, auguran o un cambio hacia lo social bastante fuerte, respuestas tipo Islandia de difícil implantación aquí, o llegamos con otra "monada" pero en este caso involutiva, a
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
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