General Motors afirma que su inventario se acabó por la falta de dólares preferenciales.
La planta de General Motors en Venezuela, que controla más de 40% del mercado nacional de automotores, cierra este viernes por tres meses en medio de una disputa por la escasez de dólares para que la industria automotriz pueda operar.
Según General Motors, la falta de dólares -que la empresa necesita para adquirir los insumos con los que ensambla los vehículos- la ha llevado a agotar sus inventarios e incurrir en deudas con sus proveedores y por ello decidió el cierre temporal de la planta.
El gobierno, por su parte, ha afirmado que el cierre -durante el que se dejarían de producir unos 20.000 vehículos- se debe a otras razones, incluyendo los graves problemas financieros de la casa matriz de General Motors en Estados Unidos.
Enrique González, presidente de la Cámara Automotriz del país (Cavenez), aseguró a BBC Mundo que el problema tiene que ver con el control de cambio que se estableció en el país hace seis años, combinado con la baja mundial en los precios del crudo, principal fuente de divisas para esta nación sudamericana.
Frente a esa estrechez económica, el gobierno reconsideró prioridades y dejó de entregar dólares a tasa preferencial a empresas como las del sector automotoriz, lo que significa que las ensambladoras han echado mano de sus inventarios y se han llenado de deudas para importar componentes y vehículos terminados.
"La situación del sector es muy crítica. Muchas ensambladoras han agotado sus líneas de crédito y no han podido colocar despachos", dijo González.
Sin embargo, portavoces oficiales desestiman la posición de General Motors y Cavenez.
El ministro de Comercio, Eduardo Samán, repitió en las últimas horas que la Comisión de Administración de Divisas otorgó US$ 2.500 millones al sector, lo que fue posible gracias a una recuperación del precio del petróleo en los mercados internacionales.
"Chantaje"
Este jueves, Samán dijo que los dólares ofrecidos para la compra de insumos por parte de la industria automotriz debería alcanzarle al sector para el resto del año y aseguró que si el precio del petróleo sigue subiendo, "podremos darle más dinero a la industria".
La situación del sector es muy crítica. Muchas ensambladoras han agotado sus líneas de crédito y no han podido colocar despachos
Enrique González, presidente de Cavenez
Por ello, el funcionario dijo que el caso de general Motors se debe a problemas internos o de su casa matriz, que se declaró en bancarrota en Estados Unidos el pasado 1 de junio.
Antes, el gobierno había acusado a la empresa de "chantaje".
"El gobierno nacional no va a caer en ese chantaje de la GM y en ninguno de los chantajes de estos señores", declaró el diputado del partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) Elvis Amoroso en una entrevista.
Según la corresponsal de BBC Mundo en Caracas, Yolanda Valery, esta disputa entre el gobierno y parte del sector automotriz se enmarca dentro de un debate más amplio sobre la situación del mercado de automóviles en Venezuela.
De mayo de 2008 a mayo de 2009, las ventas de automóviles "0 kilómetros" cayeron 35% debido a la disminución en la oferta, es decir, porque los concesionarios no tenían carros para vender, mientras que la demanda parece seguir igual que siempre, según datos de Cavenez.
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Eso ha favorecido la creación de un mercado en el que los vehículos usados se venden hasta 50% por encima de los precios de catálogo.
La Asamblea Nacional ha manifestado su determinación a acabar con las ganancias excesivas de quienes pescan "en río revuelto".
Preocupación
El presidente de Cavenez, por su parte, le aseguró a BBC Mundo que el gremio que representa no tiene que ver con el problema de sobreprecios, porque su negocio es ensamblar automóviles, no venderlos a los usuarios finales.
El representante de la industria automotriz manifestó preocupación porque, en su opinión, "se está intentando normar sobre los efectos y no las causas, pues cuando se abre la brecha entre la oferta y la demanda siempre habrá oportunistas".
El portavoz de Cavenez indicó que con 40.000 empleos directos, 60.000 indirectos, el pago de salarios 2,5 veces superior al mínimo nacional, aportes al fisco por el orden de los US$ 2.500 millones, la compra de insumos producidos en el país y la generación de valor agregado, la industria de ensamblaje de vehículos es una de las más importantes del país.
Con todo, interrogado sobre cómo veía el panorama para el futuro inmediato, se manifestó optimista: "le apostamos al país. Aquí hay mercado y nuestra racionalidad es producir. Si lo que se quiere es impulsar la producción nacional, el panorama debería ser positivo", afirmó.