Discurso del vicesecretario de Estado Negroponte ante la OEA
(38a. Asamblea General se celebra en Medellín, Colombia) (1263)
"Desde esa reunión histórica realizada en Colombia hace sesenta años, que estableció la Carta de la OEA y la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, todos hemos trabajado incansablemente para llevar
libertad, democracia, prosperidad y seguridad a nuestro hemisferio. Hemos buscado proteger los derechos humanos y promover la inclusión social. Y en el transcurso de las décadas, hemos hecho gran progreso", dijo el vicesecretario de Estado John D. Negroponte, en su discurso ante la Asamblea General de la OEA, el 2 de junio en Medellín (Colombia).
A continuación una traducción de las palabras del vicesecretario Negroponte:
(comienza el texto)
Declaraciones del vicesecretario de Estado
John D. Negroponte
ante la XXXVIII Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos
Medellín (Colombia)
2 de junio de 2008
Gracias señor presidente.
Distinguidos colegas y partidarios de la Organización de los Estados Americanos, es un privilegio estar con ustedes aquí, hoy. Quiero agradecer al presidente Uribe, a su gobierno y al pueblo de Colombia por auspiciar la Asamblea General de este año. Quiero darle las gracias también al secretario general de la OEA, Insulza, por su liderazgo en ayudarnos a reconocer nuestra meta común de un hemisferio más democrático, más próspero y más justo.
Hace sesenta años, las naciones de las Américas se reunieron aquí en Colombia para aprobar la Carta de la OEA y la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre. Estos dos documentos unieron a nuestra región en un compromiso con los derechos humanos, la justicia social y la democracia representativa. Como resultado, hemos presenciado una transformación de nuestro hemisferio. Millones de ciudadanos que una vez estuvieron marginados tienen ahora una voz en sus sociedades y eligen a líderes responsables que trabajan pragmáticamente para ampliar las oportunidades, reducir la pobreza y garantizar la seguridad.
Ningún país personifica más esta transformación que Colombia, y quizás ninguna ciudad más que Medellín. No hace mucho tiempo, Medellín sufría las plagas de la violencia y el narcotráfico. Ahora, Medellín es más próspera y segura cada día. El renacimiento de Medellín la hace un entorno apropiado para conversar sobre el futuro democrático de nuestro hemisferio.
El tema de nuestra reunión, "la juventud y los valores democráticos", nos recuerda que gracias a los enormes sacrificios de las generaciones pasadas, la juventud de hoy no ha conocido golpes ni dictaduras militares. Al contrario, ha crecido bajo un proceso político democrático y espera que ese proceso continúe proporcionando oportunidades económicas, corrigiendo inequidades y termine con la exclusión social.
Efectivamente, la juventud de las Américas es ya una fuerza para el progreso. Aquí en Colombia este pasado mes de febrero, por ejemplo, un joven ingeniero inició la campaña "Un millón de voces contra las FARC" en el sitio web de Facebook. En cuestión de días, cientos de miles de jóvenes sumaron sus voces a la de él, y el 3 y 4 de febrero millones más así lo hicieron en persona en más de 100 ciudades alrededor del mundo.
Vemos también que la juventud de las Américas influye en sus sociedades aún donde hay resistencia a esa influencia. En Cuba, por ejemplo, Yoani Sánchez explica al mundo en su sitio web la dificultad de la vida bajo la dictadura, la Generación Y. Por su defensa de la libertad, Yoani recibió el prestigioso Premio Ortega y Gasset. Aunque el gobierno de Cuba le negó permiso a Yoani para viajar a España a recibir el galardón, la joven sigue siendo un ejemplo brillante del espíritu valiente del pueblo cubano. Los cubanos, no menos que cualquier otro pueblo de las Américas, merecen la oportunidad de elegir a sus líderes y representantes libre y democráticamente.
Estados Unidos apoya firmemente la labor de la OEA para asegurar la justicia y credibilidad de las elecciones democráticas mediante sus misiones de observadores y de ayuda técnica. Aplaudimos la ayuda de la OEA a las nueves instituciones democráticas en Haití. Por lo tanto, es fundamental que la comunidad internacional muestre su apoyo unificado al presidente Preval y al gobierno de Haití a medida que tratan de instaurar a un primer ministro y realizar elecciones para el Senado, y, continuar respondiendo a las necesidades básicas del pueblo haitiano
Apoyamos el programa de la OEA sobre Educación en Valores y Prácticas Democráticos como medio de garantizar los valores democráticos en todas partes, mediante la educación cívica.
Estados Unidos está comprometido a reforzar la labor de la OEA. Desde 2001, hemos adoptado políticas cuyo propósito es traer mayores oportunidades económicas y sociales a nuestro hemisferio y promover su integración:
Hemos duplicado la ayuda de desarrollo a América Latina y el Caribe. Hemos dirigido un esfuerzo multilateral para condonar miles de millones de dólares de deudas, y; mediante el libre comercio, hemos creado oportunidades para que la gente de todo nuestro hemisferio aproveche las oportunidades dinámicas del mercado mundial.
En realidad, esta administración ha negociado 10 acuerdos de libre comercio con nuestros socios de las Américas. Si el Congreso aprueba nuestros acuerdos con Colombia y Panamá,
habremos creado una cadena de naciones que comercian libremente desde Canadá hasta Chile.
Como todos ustedes saben, el comercio es un motor poderoso del crecimiento cuando existe conjuntamente con economías de mercado y el estado de derecho. Medellín misma es un testimonio al potencial de nuestro hemisferio cuando el gobierno y las políticas económicas solventes se ven complementados por la seguridad. No podemos concretar la promesa económica y humana de la juventud de nuestro hemisferio cuando la delincuencia trasnacional, la corrupción y el narcotráfico amenazan su libertad, seguridad bienestar económico.
Apoyamos firmemente el llamado del secretario General a reafirmar nuestro compromiso de combatir las amenazas trasnacionales a la seguridad, de conformidad con la Carta de la OEA, la Convención Interamericana contra el Terrorismo y la Declaración sobre Seguridad, inclusive, al demostrar solidaridad hemisférica con Colombia en su lucha contra organizaciones terroristas como las FARC.
Garantizar la seguridad del hemisferio es una responsabilidad conjunta y varias naciones ofrecen un liderazgo que inspira. En Colombia, el gobierno y el ejército rescatan valientemente al país de los narcoterroristas. En México y América Central, líderes valientes enfrentan a las pandillas, la delincuencia organizada y los cabecillas de la droga que destruyen vidas y el orden público.
Lo que estos funcionarios elegidos democráticamente y empleados públicos hacen para fortalecer el estado de derecho en Colombia, América Central y México, beneficia a todos en el hemisferio, y Estados Unidos está comprometido a apoyarlos. De este modo, cuando los líderes regionales propusieron una agenda de cooperación contra los delincuentes y narcotraficantes en América Central y México, Estados Unidos inmediatamente les dio su apoyo.
Llamamos a esta agenda la Iniciativa de Mérida. Con plena financiación, la Iniciativa de Mérida proporcionará apoyo substancial durante varios años para entrenar y equipar a las agencias de aplicación de la ley de México y América Central. Estamos comprometidos con esta iniciativa porque ningún país del hemisferio puede estar a salvo de la delincuencia organizada, las pandillas y el narcoterrorismo a menos que todos estemos a salvo.
Desde esa reunión histórica realizada en Colombia hace sesenta años, que estableció la Carta de la OEA y la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, todos hemos trabajado incansablemente para llevar libertad, democracia, prosperidad y seguridad a nuestro hemisferio. Hemos buscado proteger los derechos humanos y promover la inclusión social. Y en el curso de las décadas, hemos hecho gran progreso. Ahora, sin embargo, tenemos razón de mirar hacia el futuro, donde se fija la mirada de la juventud de las Américas. Lo que ellos buscan es exactamente lo que nosotros debiéramos estar buscando: más progreso económico y social, un imperio de la ley más fuerte y, sobre todo,
una democracia próspera e inclusiva. Con esos objetivos en mente, seguiremos en el curso correcto durante los próximos sesenta años y aseguraremos que el futuro del hemisferio sea aún más brillante que su pasado.
Muchas gracias.
(termina el texto)
(Distribuido por la Oficina de Programas de Información Internacional del Departamento de Estado de Estados Unidos. Sitio en la Web:
http://usinfo.state.gov/esp)