Crisis financiera
CASA BLANCA Y CONGRESO DE EE.UU. BUSCAN SALVAR A SECTOR AUTOMOTRIZEl destino de la industria automotriz de Estados Unidos y de millones de empleos está en juego, mientras el martes se definen los detalles de un plan para extender créditos de emergencia a las Tres Grandes automotrices a cambio de una supervisión más estricta.
Los demócratas del Congreso y la Casa Blanca han estado conversando durante varios días para finalizar un paquete crediticio de emergencia, estimado en un valor de hasta US$15.000 millones, destinado a evitar el colapso de General Motors Corp y Chrysler LLC.
Una ayuda de largo plazo también podría estar en camino, si se cumplieran ciertas condiciones.
La economía estadounidense sufrió una hemorragia de más de 530.000 empleos durante noviembre, incrementando aún más la urgencia de una ayuda para frenar el colapso de GM y Chrysler y salvar más de 350.000 empleos industriales y millones de otros puestos de trabajo que dependen del sector.
El presidente estadounidense George W. Bush ha expresado su preocupación acerca de la capacidad de la industria automotriz para sobrevivir, lo que generó un encuentro entre los asesores de la Casa Blanca y los técnicos demócratas.
La administración ha sostenido que cualquier plan debe incluir los mayores esfuerzos para garantizar el buen uso de los dólares de los contribuyentes de impuestos, y que las automotrices puedan reorganizarse y competir.
Los demócratas estaban tratando de calmar las preocupaciones de la administración, a través de una contrapropuesta. Los demócratas también dijeron que confiaban en que se podría alcanzar un acuerdo.
A cambio de ayuda, los legisladores han solicitado un compromiso serio de las automotrices para cambiar la forma en la que operan.
La semana pasada, GM, Ford Motor Co y Chrysler presentaron información de planes de negocios al Congreso, con una petición de un rescate de US$34.000 millones.
El último borrador liberaría préstamos más adelante este mes, al tiempo que establecería una oficina de supervisión de uno o más funcionarios, para asegurar el cumplimiento por parte de las automotrices.
No se permitirían bonos ni indemnizaciones excesivas para los principales ejecutivos, y las Tres Grandes tendrían que vender sus aviones corporativos.
La propuesta también establece un plazo del 31 de marzo para que las empresas que reciben préstamos presenten planes detallados sobre cómo piensan recortar costos y reformar sus negocios.
Este cronograma implica que cualquier reestructuración de largo plazo ocurriría bajo la administración del presidente electo Barack Obama, quien, según se cree, es más sensible que el Gobierno de Bush a los problemas que afectan a las automotrices.
Las dificultades que acosan al sector automotriz se han propagado más allá de las fronteras de Estados Unidos. La automotriz italiana Fiat dijo que es muy pequeña para sobrevivir por sí sola. Suecia, según informaciones, ha evaluado un paquete de rescate para Volvo y Saab.
Los demócratas del Congreso y la Casa Blanca han estado conversando durante varios días para finalizar un paquete crediticio de emergencia, estimado en un valor de hasta US$15.000 millones, destinado a evitar el colapso de General Motors Corp y Chrysler LLC.
Una ayuda de largo plazo también podría estar en camino, si se cumplieran ciertas condiciones.
La economía estadounidense sufrió una hemorragia de más de 530.000 empleos durante noviembre, incrementando aún más la urgencia de una ayuda para frenar el colapso de GM y Chrysler y salvar más de 350.000 empleos industriales y millones de otros puestos de trabajo que dependen del sector.
El presidente estadounidense George W. Bush ha expresado su preocupación acerca de la capacidad de la industria automotriz para sobrevivir, lo que generó un encuentro entre los asesores de la Casa Blanca y los técnicos demócratas.
La administración ha sostenido que cualquier plan debe incluir los mayores esfuerzos para garantizar el buen uso de los dólares de los contribuyentes de impuestos, y que las automotrices puedan reorganizarse y competir.
Los demócratas estaban tratando de calmar las preocupaciones de la administración, a través de una contrapropuesta. Los demócratas también dijeron que confiaban en que se podría alcanzar un acuerdo.
A cambio de ayuda, los legisladores han solicitado un compromiso serio de las automotrices para cambiar la forma en la que operan.
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El último borrador liberaría préstamos más adelante este mes, al tiempo que establecería una oficina de supervisión de uno o más funcionarios, para asegurar el cumplimiento por parte de las automotrices.
No se permitirían bonos ni indemnizaciones excesivas para los principales ejecutivos, y las Tres Grandes tendrían que vender sus aviones corporativos.
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Este cronograma implica que cualquier reestructuración de largo plazo ocurriría bajo la administración del presidente electo Barack Obama, quien, según se cree, es más sensible que el Gobierno de Bush a los problemas que afectan a las automotrices.
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Saludos
RODRIGO GONZALEZ FERNANDEZ
DIPLOMADO EN RSE DE LA ONU
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Renato Sánchez 3586 of.10
teléfono:56-02- 2451113. celular: 09-3934521
Santiago -Chile
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