Coloma: "Que aparezca Piñera con una clara ventaja es muy potente"
Ximena Soto A.
A una semana de asumir como nuevo presidente de la UDI, el senador Juan Antonio Coloma no para.
Se ríe de que no le advirtieron que tendría tanto trabajo, pero asume su labor con buen ánimo. Y cómo no, si hasta la Presidenta Michelle Bachelet -quizás como forma de "darle la bienvenida" a esto de estar en la primera línea de la política- lo recibió junto al resto de la directiva gremialista en La Moneda.
Con esa conversación -que duró una hora y media-, Coloma puso el broche de oro a su primera semana a cargo de la UDI, la que también estuvo marcada por los resultados de la última encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP), cuyos resultados permiten prever que la Alianza podría acercarse al sillón presidencial a través de Sebastián Piñera.
- ¿Cómo se gestó la reunión con la Presidenta Bachelet?
- Fue de común acuerdo. Más allá de cómo se gestó, creo que fue una señal en cuanto a que en esta directiva hay espacio para los entendimientos y para las discrepancias. Hay gente que preguntó '¿para qué van a ir a La Moneda?'. Creo que en los países modernos es bueno que la gente converse, que pueda confrontarse, que pueda respetarse.
- ¿Cómo calificaría el encuentro?
- Fue una reunión franca, respetuosa, donde, de alguna manera, le planteamos cómo veíamos al Chile de hoy y cómo veíamos que a veces las prioridades se perdían, que hay un tema económico que está golpeando muy fuerte el bolsillo de los más pobres y la clase media, que observamos el peligro de estar ante una puerta giratoria de la pobreza -donde los que habían salido tiempo atrás, vuelven a entrar por la vía de la inflación y el consecuente aumento de la UF-, los peligros en la inversión y, por tanto, en el empleo. Creemos que se necesita un gobierno con capacidad de innovar en esta materia.
- ¿Hubo mención a las reformas políticas que impulsa el Ejecutivo?
- No. Las reformas políticas no pueden seguir copando permanente la agenda de los actores públicos. Uno de los graves problemas que tiene Chile hoy es concentrar toda la capacidad de debate en lo mismo que hemos discutido años.
- ¿Qué otras temáticas abordaron?
- Hablamos de la forma de hacer política. Ese fue un debate interesante, relacionado con cuáles son los espacios para las discrepancias, pero siempre mantener la voluntad para los acuerdos (ver recuadro).
El primer gobierno de la Alianza
- ¿Cómo evalúa los resultados de la última encuesta CEP?
- Es una encuesta que debiera ser vista con preocupación por el gobierno. La primera gran lección para la Concertación es que se ha ido formando una especie de hastío con la coalición gobernante que ya se empieza a notar en el país. El que dos de las figuras mejor perfiladas sean de la Alianza, es una señal; que aparezca Sebastián Piñera con una clara ventaja en segunda vuelta -aunque falta un año y medio- es muy potente. Con esta encuesta, empiezo a perfilar mucho más nítidamente que es más probable un primer gobierno de la Alianza que un quinto gobierno de la Concertación.
- ¿Y ese posible gobierno de la Alianza debiera estar encabezado por Piñera o por un miembro de la UDI?
- La pregunta que siempre me hacen es quién es el candidato, por qué no definirlo ahora. La respuesta es de sentido común: si hay algo en el siglo XXI que tenemos que entender es que los fenómenos se dan en otra velocidad, en otra intensidad. El siglo XX, en materia presidencial, era el siglo de las maratones, había que ser maratonista para ser presidente: (Eduardo) Frei Montalva, (Salvador) Allende, (Jorge) Alessandri fueron varias veces candidatos, había una lógica comunicacional distinta. En el siglo XXI, lo importante es tener un proyecto potente capaz de enganchar con la persona en el momento adecuado. Yo miro el concierto internacional y veo que (Nicolas) Sarkozy, seis meses antes de ser Presidente de Francia, era pifiado en las calles cuando era ministro del Interior y tuvo que enfrentar las revueltas en los suburbios; el obispo de Paraguay, era obispo un año y medio antes de ser candidato presidencial y terminó jurando hace pocos días; Rafael Correa no existía cuatro meses antes de la elección ecuatoriana y logró simbolizar esa necesidad de cambio que existe en su país. Entonces, es importante tener referencias, pero tratar de traducir eso en apoyos o en cuestiones definitivas, ahora no me parece de sentido común.
Definición presidencial de la UDI
- ¿La UDI sigue, entonces, pensando que en marzo va a definir si lleva o no candidato?
- No me quiero enredar en cuándo vamos a tomar una decisión. Lo que sí pienso es que nuestra prioridad es que haya un primer gobierno de la Alianza, que le haría muy mal a Chile un quinto gobierno de la Concertación, que la historia del Presidente del Bicentenario todavía no se empieza a escribir, que hay que entender las tendencias, pero que obviamente hay espacios para que se pueda innovar. Para mí, la clave es que aquí no hay ni vetos ni obsesiones. Y soy de aquellos que piensan que las lecciones hay que aprenderlas.
- ¿Lo dice por lo que pasó con Joaquín Lavín?
- Creo que Joaquín Lavín hubiera sido un gran Presidente, y un año y medio antes de la elección era obvio que él iba a serlo y que Soledad Alvear iba a ser la rival. Pero, imagínate, terminó siendo un escenario totalmente distinto. Ante la impaciencia de la gente, yo apelo al sentido común.
- Entonces, los resultados de la encuesta CEP no son definitivos para ustedes, hay que decantarlos
- Obvio, hay que esperar, decantar.
- ¿En ese sentido, las buenas cifras para Piñera son una alegría para la Alianza o sólo para RN?
- ¡Para la Alianza! Hace bien que tengamos personas perfiladas, eso es importante y lo valoro.
- Sin embargo, a su juicio, la UDI debe llevar su propio candidato...
- No voy a plantear las cosas en una lógica terminal. Creo que la UDI necesita ser parte de un eje de gobierno y que no haya un continuismo en un quinto gobierno de la Concertación. Mi tarea es hacer el esfuerzo para que ese gobierno esté representado por alguien del partido.
- La encuesta CEP mostró que un 45% de la población desaprueba la forma como la Alianza está desarrollando su labor. ¿Qué le falta a la UDI para capitalizar la alta desaprobación que tiene el gobierno y la Concertación?
- Diferenciarnos mejor, ser más autocríticos. No hemos sido capaces de diferenciarnos en materia propositiva con la Concertación. La gente tiene un cansancio, un hastío, un aburrimiento con la Concertación, pero eso no se ha traducido en un entusiasmo con la propuesta nuestra. Están todos los elementos para eso, pero nos falta ese penetrar en las casas de las personas para decirles 'esto es lo que pasaría en un quinto gobierno de la Concertación versus en un primer gobierno de la Alianza'. Ese es un trabajo enorme, pero parte de lo que estamos haciendo como directiva apunta en ese sentido.
Lo que espera de la relación con el gobierno
- ¿Cuáles son sus nexos con La Moneda? ¿Con quién tiene mayor cercanía?
- Creo que es compatible tener una relación civilizada con la capacidad de ser oposición y buscar la alternancia en el poder. No siento que tenga las puertas cerradas en La Moneda. Fui vicepresidente de la Cámara cuando José Antonio Viera-Gallo era presidente, así que lo conozco, trabajamos juntos en momentos muy tensos y se generaron confianzas mutuas. Con Francisco Vidal trabajé cuando yo era secretario general del partido y él era vocero de Gobierno de (Ricardo) Lagos. Creo que le hace bien al país tener una lógica de respeto mutuo. Nadie puede decir que no he enfrentado al Ejecutivo en los momentos que he creído necesario, pero también creo que nadie puede señalar que en algún ámbito público, donde ha sido necesario y deseable, nos hayamos restado por el hecho de venir de otro lado.
- ¿En ese sentido, cómo espera que se desarrolle la relación con el gobierno?
- Creo que la clave es la franqueza, con disposición anímica a coincidir en aquello que a uno le parezcan buenas medidas y también a disentir con aquellas medidas que pensamos que apuntan en un sentido incorrecto. Hay espacios para los encuentros, pero también hay espacios para seguir votando en contra en cuanto cambio electoral plantee el gobierno, porque uno va teniendo convicciones. Cuando hay franqueza de lado y lado, los países funcionan mejor.
- ¿Bachelet les pidió concretar nuevos acuerdos?
- Sí, hay temas que es muy importante tratar de conciliar, como por ejemplo, la delincuencia, el rol de los medios de comunicación, el rol de los partidos, cuáles son las señales que tienen que ir planteándose en esa línea. Hablamos también del Transantiago, básicamente de cómo se puede perfilar un proyecto público de transporte sustentable.
¿Crisis económica?
- ¿Qué le pidió la UDI a la Presidenta?
- Básicamente, un énfasis del gobierno en materia económica. Miro con mucha preocupación lo que está pasando en ese ámbito. Ahora, primero tenemos que definir si estamos en una situación de crisis o no, porque así uno grafica la importancia que le da la autoridad a la búsqueda de soluciones.
- Pero ustedes creen que hay una crisis, ¿por qué?
- Ese es un segundo tema muy importante de descifrar, porque si la gente cree que esto tiene que ver con efectos foráneos, no es mucho lo que se puede hacer. Por el contrario, si las cifras no cuadran, porque el promedio de inflación latinoamericana es 6% y Chile tiene 9,4%, si el crecimiento se empina por el orden de 6,5% y nosotros estamos tratando de llegar a 4%, entonces hay algo propio que tiene que ver, en parte, con los incentivos en el tema energético, pero también con incentivos de inversión, con capacidad de dar confianza, con legislación laboral adecuada
- ¿Qué va a hacer la UDI al respecto?
- En la primera semana de nuestra directiva, justamente, convocamos un grupo económico para enfrentar este tema con un diagnóstico común y con una lógica de innovación que esperamos se pueda traducir, en las próximas semanas, en un documento importante al respecto.
- ¿Ese documento pretenden presentarlo al ministro Andrés Velasco?
¡A quien sea necesario! A la Presidenta, al ministro
Nosotros estamos tratando que al país le vaya bien.