ULTIMáTUM DE PRESIDENTA DEL PPD OBLIGÓ A SUS PARES A DAR POR SUPERADO EL BLOQUE
Los dilemas que generó el golpe de la Concertación para enfrentar su crisis
Luego de que los presidentes de los partidos acordaran abrirse a la creación de otro referente, se generó tal confusión, que el panorama es más oscuro que antes.
Por Blanca Arthur
En medio del clima de tensión que se había generado, existía cierta incertidumbre acerca de lo que podía suceder en la reunión del lunes de los presidentes de los partidos de la Concertación.
Pero lo que escapaba a todos los cálculos, era que después de ese encuentro anunciaran que habían resuelto dar por superado un ciclo del bloque, para dar inicio a la creación de un nuevo referente sobre la base de abrirse a otros sectores políticos, como sociales.
Prueba del impacto que causó lo ocurrido, es que la decisión dada a conocer por el presidente de la DC, Ignacio Walker, sorprendió al propio mundo concertacionista, donde de inmediato comenzaron los cuestionamientos a la forma en que se decidía dar un paso de esa magnitud, sin siquiera hacer las precisiones mínimas acerca de lo que se estaba planteando.
Es que aun cuando la idea de ampliarse era una debate que estaba instalado al interior del pacto opositor, incluidos quienes creen que ello es necesario, cuestionaron que, de un día para otro, los presidentes de los partidos determinaran que en un lapso de tres semanas darían a conocer la estructuración de un referente distinto, sin aclarar ni con quienes, ni si la idea era o no, ponerle la lápida a la Concertación.
El inesperado anuncio, que en lo medular planteaba que habían llegado a la conclusión de que el conglomerado era insuficiente para enfrentar el futuro, fue impulsado por la arremetida de la presidenta del PPD, Carolina Tohá, quien notificó a sus pares que no asumiría como vocera, si es que no existía un compromiso de iniciar un proceso de ampliación del bloque.
Como han reconocido los demás, frente a dicho ultimátum quedaron sin muchas otras opciones que buscar una salida que impidiera profundizar la crisis, pero nada indica que el próximo 5 de octubre –como lo acordaron- estén en condiciones de dar a conocer la estructura o los lineamientos del cambio que anunciaron.
Por el contrario, tal fue el lío que se armó, que el anuncio no hizo más que profundizar la crisis que intentaban superar.
Embestida de Tohá
Es cierto que al interior de la Concertación era compartido el diagnóstico de que estaban frente a un problema que no podían eludir, menos en momentos que percibían la absoluta distancia con ese mundo social que se estaba expresando en la calle.
Aunque la idea de la necesidad de ampliarse había tomado más fuerza en el último tiempo, sobre todo al constatar el exiguo respaldo en las encuestas, ésta no había madurado lo suficiente, como para que los presidentes de los partidos dieran un golpe de la magnitud con que apareció su decisión de ampliar la Concertación.
De hecho, planteamientos como el que acordaron el lunes, habían sido puestos en la mesa tanto por un documento del presidente de los radicales, José Antonio Gómez, como por otro de su par del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, los que no encontraron el eco necesario, básicamente porque la DC no estaba de acuerdo, lo que postergaba el debate.
Fue en ese contexto que Tohá optó por forzar la situación condicionando su participación en el bloque a que se recogieran los postulados que plasmó en un tercer documento con ideas que no diferían en lo sustantivo de las anteriores en cuanto a dar paso a un referente que supere a la Concertación.
En el propio PPD reconocen que esta arremetida, secundada para estos efectos por el vicepresidente, senador Ricardo Lagos Weber, se apresuró frente a la evidencia de que al no estar representando ese sentir ciudadano expresado fundamentalmente por los estudiantes, la posibilidad de consolidar liderazgos políticos como los que ellos pretendían, aparecía cada vez más distante si es que no se realizaba un cambio profundo en la oposición.
La forma de realizar la operación sin consultar al resto de los partidos, fue explicada por ella misma como una manera de impedir que se siguiera posponiendo la discusión, lo que se entendió como una forma de presionar a la DC a pronunciarse.
Presión a la DC
La embestida de Carolina Tohá, sustentada no sólo en la postura que ha sostenido el PPD, sino en el tenor de sus propios planteamientos como aludir a que no es posible anular el debate, generó la inmediata reacción en la DC, donde rechazaron lo que entendieron como un claro ultimátum a ese partido para que se definiera sobre la posibilidad de ampliar el conglomerado opositor.
En un escenario en que el PPD se ha jugado por la articulación de un bloque progresista, para lo que incluso intentó rearmar la alianza con el PS al interior de la Concertación, las aprensiones de la DC apuntaron a que detrás de la operación se escondía el propósito inequívoco de aislar a dicho partido.
Tanto fue así que después de que el propio Ignacio Walker cuestionara la actitud de Tohá, al interior de su partido muchos partían de la base que se pondría firme para no aceptar la presión, no sólo por la forma, o por las posibles distancias ideológicas con otros posibles aliados como el PC, sino que además, porque en la medida que se acepta que el bloque opositor se amplíe, la DC reduce su fuerza al interior de éste.
Pero, finalmente, Walker accedió a participar de la decisión conjunta de todos los partidos, en parte porque no consideró que en el actual panorama estén dadas las condiciones para aparecer produciendo una suerte de quiebre en la Concertación, pero sobre todo, porque concordó con su par del PS, Osvaldo Andrade, de que se mantendría el eje DC-PS al interior de la coalición opositora.
Con el respaldo de aquellos dirigentes del socialismo que consideran indispensable la permanencia de la DC, en parte porque creen en un pacto de centroizquiera, pero además, por razones electorales, puesto que ello sería funcional para el retorno al poder con Michelle Bachelet, Walker encontró un camino de salida para la difícil situación en que está atrapado su partido, considerando que el sistema binominal lo obliga a continuar como parte de la Concertación.
En la DC no desconocen que un acuerdo con el PS es prácticamente la única posibilidad que les permite subsistir como parte significativa en al interior de la Concertación. Eso explica que, sin perjuicio de mostrarse abiertos a que se reformule, para ellos debe hacerse sobre la base de su subsistencia, no de su fin, como postulan tanto desde el PPD, como del Partido Radical.
El conflicto para el PS
La postura de los principales dirigentes socialistas de fortalecer la alianza con la DC podría aparecer como una derrota para la arremetida del PPD, pero nada indica que ello pueda frenar la posibilidad de iniciar un cambio tendiente a incorporar otras fuerzas al conglomerado.
De hecho, fue la opción que planteó el propio Andrade a comienzos de año, mientras en las filas socialistas no son pocos los que no desestiman la idea de dar por superada la actual Concertación para dar paso a la creación de un Frente Amplio, como el que actualmente gobierna en Uruguay, que es básicamente la tesis que promueve el PPD.
La posibilidad que ello prospere no está madura, pero no puede descartarse del todo desde el momento en que no la han desestimado otros actores, como el PRO de Marco Enríque-Ominami, o el MAIZ de Jorge Arrate, e incluso el PC, pero en la medida en que dicho Frente no se funde sobre la base de la actual Concertación.
Es uno de los dilemas a los que podrían enfrentarse los socialistas, quienes al fortalecer su pacto con la DC, podrían quedar condicionados a renunciar a la conformación de una fuerza de izquierda más potente, con las que además de tener identidad histórica, considerando el actual escenario podría incluso entregar un caudal electoral mayor que el del actual pacto opositor.
Como sea, lo concreto es que es tal la confusión que existe en el actual escenario opositor, que lo único claro a estas alturas, es que el resultado de la tarea que se le encomendó coordinar a Osvaldo Andrade para que el 5 de octubre dé a conocer de qué se trata lo que piensan hacer, pueda ser tan sorprendente, como la inesperada decisión que terminó por enredar más el panoramma, de lo que estaba.
En medio del clima de tensión que se había generado, existía cierta incertidumbre acerca de lo que podía suceder en la reunión del lunes de los presidentes de los partidos de la Concertación.
Pero lo que escapaba a todos los cálculos, era que después de ese encuentro anunciaran que habían resuelto dar por superado un ciclo del bloque, para dar inicio a la creación de un nuevo referente sobre la base de abrirse a otros sectores políticos, como sociales.
Prueba del impacto que causó lo ocurrido, es que la decisión dada a conocer por el presidente de la DC, Ignacio Walker, sorprendió al propio mundo concertacionista, donde de inmediato comenzaron los cuestionamientos a la forma en que se decidía dar un paso de esa magnitud, sin siquiera hacer las precisiones mínimas acerca de lo que se estaba planteando.
Es que aun cuando la idea de ampliarse era una debate que estaba instalado al interior del pacto opositor, incluidos quienes creen que ello es necesario, cuestionaron que, de un día para otro, los presidentes de los partidos determinaran que en un lapso de tres semanas darían a conocer la estructuración de un referente distinto, sin aclarar ni con quienes, ni si la idea era o no, ponerle la lápida a la Concertación.
El inesperado anuncio, que en lo medular planteaba que habían llegado a la conclusión de que el conglomerado era insuficiente para enfrentar el futuro, fue impulsado por la arremetida de la presidenta del PPD, Carolina Tohá, quien notificó a sus pares que no asumiría como vocera, si es que no existía un compromiso de iniciar un proceso de ampliación del bloque.
Como han reconocido los demás, frente a dicho ultimátum quedaron sin muchas otras opciones que buscar una salida que impidiera profundizar la crisis, pero nada indica que el próximo 5 de octubre –como lo acordaron- estén en condiciones de dar a conocer la estructura o los lineamientos del cambio que anunciaron.
Por el contrario, tal fue el lío que se armó, que el anuncio no hizo más que profundizar la crisis que intentaban superar.
Embestida de Tohá
Es cierto que al interior de la Concertación era compartido el diagnóstico de que estaban frente a un problema que no podían eludir, menos en momentos que percibían la absoluta distancia con ese mundo social que se estaba expresando en la calle.
Aunque la idea de la necesidad de ampliarse había tomado más fuerza en el último tiempo, sobre todo al constatar el exiguo respaldo en las encuestas, ésta no había madurado lo suficiente, como para que los presidentes de los partidos dieran un golpe de la magnitud con que apareció su decisión de ampliar la Concertación.
De hecho, planteamientos como el que acordaron el lunes, habían sido puestos en la mesa tanto por un documento del presidente de los radicales, José Antonio Gómez, como por otro de su par del Partido Socialista, Osvaldo Andrade, los que no encontraron el eco necesario, básicamente porque la DC no estaba de acuerdo, lo que postergaba el debate.
Fue en ese contexto que Tohá optó por forzar la situación condicionando su participación en el bloque a que se recogieran los postulados que plasmó en un tercer documento con ideas que no diferían en lo sustantivo de las anteriores en cuanto a dar paso a un referente que supere a la Concertación.
En el propio PPD reconocen que esta arremetida, secundada para estos efectos por el vicepresidente, senador Ricardo Lagos Weber, se apresuró frente a la evidencia de que al no estar representando ese sentir ciudadano expresado fundamentalmente por los estudiantes, la posibilidad de consolidar liderazgos políticos como los que ellos pretendían, aparecía cada vez más distante si es que no se realizaba un cambio profundo en la oposición.
La forma de realizar la operación sin consultar al resto de los partidos, fue explicada por ella misma como una manera de impedir que se siguiera posponiendo la discusión, lo que se entendió como una forma de presionar a la DC a pronunciarse.
Presión a la DC
La embestida de Carolina Tohá, sustentada no sólo en la postura que ha sostenido el PPD, sino en el tenor de sus propios planteamientos como aludir a que no es posible anular el debate, generó la inmediata reacción en la DC, donde rechazaron lo que entendieron como un claro ultimátum a ese partido para que se definiera sobre la posibilidad de ampliar el conglomerado opositor.
En un escenario en que el PPD se ha jugado por la articulación de un bloque progresista, para lo que incluso intentó rearmar la alianza con el PS al interior de la Concertación, las aprensiones de la DC apuntaron a que detrás de la operación se escondía el propósito inequívoco de aislar a dicho partido.
Tanto fue así que después de que el propio Ignacio Walker cuestionara la actitud de Tohá, al interior de su partido muchos partían de la base que se pondría firme para no aceptar la presión, no sólo por la forma, o por las posibles distancias ideológicas con otros posibles aliados como el PC, sino que además, porque en la medida que se acepta que el bloque opositor se amplíe, la DC reduce su fuerza al interior de éste.
Pero, finalmente, Walker accedió a participar de la decisión conjunta de todos los partidos, en parte porque no consideró que en el actual panorama estén dadas las condiciones para aparecer produciendo una suerte de quiebre en la Concertación, pero sobre todo, porque concordó con su par del PS, Osvaldo Andrade, de que se mantendría el eje DC-PS al interior de la coalición opositora.
Con el respaldo de aquellos dirigentes del socialismo que consideran indispensable la permanencia de la DC, en parte porque creen en un pacto de centroizquiera, pero además, por razones electorales, puesto que ello sería funcional para el retorno al poder con Michelle Bachelet, Walker encontró un camino de salida para la difícil situación en que está atrapado su partido, considerando que el sistema binominal lo obliga a continuar como parte de la Concertación.
En la DC no desconocen que un acuerdo con el PS es prácticamente la única posibilidad que les permite subsistir como parte significativa en al interior de la Concertación. Eso explica que, sin perjuicio de mostrarse abiertos a que se reformule, para ellos debe hacerse sobre la base de su subsistencia, no de su fin, como postulan tanto desde el PPD, como del Partido Radical.
El conflicto para el PS
La postura de los principales dirigentes socialistas de fortalecer la alianza con la DC podría aparecer como una derrota para la arremetida del PPD, pero nada indica que ello pueda frenar la posibilidad de iniciar un cambio tendiente a incorporar otras fuerzas al conglomerado.
De hecho, fue la opción que planteó el propio Andrade a comienzos de año, mientras en las filas socialistas no son pocos los que no desestiman la idea de dar por superada la actual Concertación para dar paso a la creación de un Frente Amplio, como el que actualmente gobierna en Uruguay, que es básicamente la tesis que promueve el PPD.
La posibilidad que ello prospere no está madura, pero no puede descartarse del todo desde el momento en que no la han desestimado otros actores, como el PRO de Marco Enríque-Ominami, o el MAIZ de Jorge Arrate, e incluso el PC, pero en la medida en que dicho Frente no se funde sobre la base de la actual Concertación.
Es uno de los dilemas a los que podrían enfrentarse los socialistas, quienes al fortalecer su pacto con la DC, podrían quedar condicionados a renunciar a la conformación de una fuerza de izquierda más potente, con las que además de tener identidad histórica, considerando el actual escenario podría incluso entregar un caudal electoral mayor que el del actual pacto opositor.
Como sea, lo concreto es que es tal la confusión que existe en el actual escenario opositor, que lo único claro a estas alturas, es que el resultado de la tarea que se le encomendó coordinar a Osvaldo Andrade para que el 5 de octubre dé a conocer de qué se trata lo que piensan hacer, pueda ser tan sorprendente, como la inesperada decisión que terminó por enredar más el panoramma, de lo que estaba.
Fuente:
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
Diplomado en Gerencia en Administracion Publica ONU
Diplomado en Coaching Ejecutivo ONU(
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