Al servicio de las personas
Hoy valoramos la confiabilidad y credibilidad de los líderes políticos y de las estructuras fiscales. El poder público debe ganarse las confianzas trabajando con transparencia, eficiencia y logrando oportunamente resultados. Las confianzas se construyen con actos concretos que produzcan sensaciones positivas en los beneficiarios de la labor estatal. Por su parte, la credibilidad se adquiere cuando las personas admiran y valoran a quienes ejercen el poder político y diseñan, ejecutan y evalúan planes y programas.
En la ejecución de las políticas públicas se entregan bienes o se prestan servicios del Estado, que son la cara visible del trabajo de los funcionarios públicos. Si la ciudadanía queda con una sensación amarga del proceso mediante el cual recibe un beneficio, se corre el riesgo de que no confíe en las autoridades y pierda la credibilidad en las promesas que realizan. En dicho caso el Estado debe disponer de mecanismos que rectifiquen errores y omisiones. Por esta razón, la labor que cumple la Comisión Defensora Ciudadana es relevante para lograr cercanía con los gobernados y mostrar un rostro público amable, que se preocupa de resolver problemas diarios.
Los países que han logrado el desarrollo son aquellos que han generado una sociedad en la cual los bienes y servicios públicos han procurado el bienestar de la ciudadanía por sobre cualquier otro fin, y han promovido sus acciones en pro del Bien Común. Este último es y debe ser un principio rector del trabajo que realizan diariamente cada uno de los 830.765 funcionarios del gobierno. Tenemos un compromiso con los chilenos y chilenas: lograr que las personas se sientan tranquilas y contentas con las respuestas y servicios que reciben de las instituciones públicas. Las naciones que han combatido los males públicos como la pobreza y el desempleo, han permitido que cada persona ejerza plenamente sus derechos y reciba una respuesta oportuna y eficaz del Estado.
Este gobierno quiere lograr que Chile sea una sociedad de oportunidades, seguridades y valores. Una sociedad de oportunidades es aquélla sin pobreza extrema, con más empleos y donde prime la cultura de emprendimiento e innovación; un país de seguridades es aquel en que los chilenos y chilenas se sienten acogidos, acompañados y potenciados, donde viven en una sociedad más justa que asegura a cada familia un ingreso digno; un país con valores es aquel donde se respeta la vida, se entrega más dignidad y se refuerza a la familia.
Un Chile donde realmente existan oportunidades, donde el Estado otorgue seguridades y en el cual se respeten los valores, sólo se alcanza si los chilenos confían y creen en el nuevo gobierno; sólo se logra si detrás del conjunto de ministerios y servicios públicos existe un buen trato, mucha amabilidad y cercanía con quienes nos necesitan. No debemos olvidar que antes que todo y ante todo, este gobierno y los funcionarios públicos deben estar al servicio de los chilenos y chilenas.
Cecilia Morel
Primera Dama
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Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
Diplomado en "Gestión del Conocimiento" de la ONU
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