Piñera valora designación y gobierno apuesta a acercar posiciones con la Iglesia
La Moneda logró una relación fluida con Ezzati cuando le pidieron ayuda en el conflicto mapuche.
por Juan Pablo Sallaberry
Ampliar Pese a que la noticia se mantuvo en estricta reserva mientras no lo publicara el Vaticano, la tarde del martes La Moneda fue informada extraoficialmente de que Ricardo Ezzati era el nuevo arzobispo de Santiago.
El nombramiento era esperado por el gobierno, donde, desde hace meses, apostaban por el prelado como la carta más factible para suceder a Francisco Javier Errázuriz.
En el Ejecutivo valoraron la designación y destacan a Ezzati por su capacidad de diálogo, manejo político y su buena relación con los otros obispos.
El Presidente Sebastián Piñera destacó el hecho, señalando que "estamos muy contentos y muy esperanzados con el nuevo arzobispo de Santiago. El fue un gran colaborador en la búsqueda de un diálogo con las comunidades mapuches, que permitió levantar la huelga de hambre".
Por su parte, el ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet -delegado del gobierno para las relaciones con la Iglesia-, ayer en la mañana, lo felicitó personalmente en la cita mensual que sostiene con la Conferencia Episcopal.
En el encuentro se abordó la agenda de la Iglesia y temas como la crisis carcelaria y las fórmulas para una nueva propuesta de indulto presidencial, alternativa que el gobierno se abrió a evaluar.
Los nexos con Ezzati
La designación de Ezzati deja las relaciones entre la Iglesia y el gobierno en buen pie, luego de las tensiones que enfrentaron en julio por el rechazo de Piñera a la propuesta de indulto presidencial, que incluiría a militares presos por DD.HH.
En el episodio resultó damnificado el obispo de Rancagua, Alejandro Goic, quien estuvo detrás de la idea de los indultos y que también figuraba como una de las cartas para suceder a Errázuriz en el Arzobispado.
En septiembre, cuando el conflicto por la huelga mapuche llegaba a su punto máximo, Goic desechó recibir a Piñera en Rancagua, argumentando problemas de agenda.
La Moneda apostó, entonces, por recurrir a Ezzati. El prelado era reconocido por sus gestiones de mediador en crisis, como las protestas de los trabajadores forestales de Celco en 2008, ocasión en que el sacerdote se entendió directamente con la familia Angelini.
Larroulet y el ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, se reunieron privadamente con Ezzati para convencerlo de que actuara como mediador. Finalmente, el arzobispo aceptó, pero bajo la figura de "facilitador del diálogo" con los comuneros.
Conocido por su carácter diplomático, Ezzati logró abrir el diálogo con los huelguistas y mantuvo un contacto fluido con Hinzpeter y Larroulet. Pese a la cercanía lograda, en La Moneda también entienden que el sacerdote tiene un carácter firme y no duda en expresar sus ideas como cuando rechazó integrar la mesa de diálogo para temas indígenas creada por el Ejecutivo.
Jefe de la oficina religiosa
El pastor de la Iglesia Luterana, reverendo Juan José Roberto Wherli, fue designado como nuevo jefe de la Oficina Nacional de Asuntos Religiosos (Onar), entidad dependiente del Ministerio Secretaría General de la Presidencia.
La Onar fue creada en 2007 y busca asesorar al gobierno en materias especializadas que se vinculen con las iglesias y con las distintas organizaciones religiosas. Además, sirve de nexo con reparticiones gubernamentales que traten materias religiosas.
El reverendo Wherli, que asumirá el próximo 20 de diciembre, es licenciado en Historia de la Universidad de Chile y ha ejercido como profesor, investigador y escritor. Además, ha sido presidente de la Asociación Cristiana de Jóvenes Santiago por dos períodos, representante de la Iglesia Luterana en el Consejo de Pastores de Chile y miembro del directorio de la Sociedad Bíblica.
Presidente viajará al Vaticano en marzo del próximo año
En marzo próximo, tras celebrar su primer año en La Moneda, Sebastián Piñera y su esposa, Cecilia Morel, viajará, al Vaticano, donde serán recibidos por el Papa Benedicto XVI.
El encuentro se daría en el marco de una gira que incluiría, además de Italia, España y Portugal.
La visita a la Santa Sede ha sido una de las prioridades de La Moneda para el próximo año y se ha venido gestionando desde hace meses.
La idea original era que su encuentro con el Papa coincidiera con la gira que Piñera realizó en octubre a Inglaterra y Alemania. Sin embargo, la apretada agenda del Sumo Pontífice, quien en esos días tenía contemplado estar en la casa de descanso de Castelgandolfo, impidió que se concretara la cita.
Tras ello, Cancillería comenzó a gestionar nuevas fechas y, en un principio, se estipuló en febrero. Nuevamente no hubo coincidencia en las agendas y finalmente, se agendó para marzo del 2011.
Los gestos de Piñera a la Iglesia Católica se han intensificado. Ayer, junto con destacar las cualidades del flamante arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, afirmó que espera "visitarlo lo antes posible".
En abril, tras recibir en La Moneda al secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, el Mandatario invitó a Chile al Papa.
"Hemos invitado al Santo Padre, cuando Dios quiera y él pueda, a visitar nuestro país y recordar lo que fue la maravillosa y magnífica visita del Papa Juan Pablo II a Chile, en abril de 1987", sostuvo en esa oportunidad.
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Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en "Responsabilidad Social Empresarial" de la ONU
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