"El TLC no se puede renegociar"
Por Alfredo García Sierra
El Presidente de la Andi, Luis Carlos Villegas, analiza el futuro de las relaciones económicas con el futuro Gobierno de Barack Obama.
La elección de Barack Obama como Presidente de Estados Unidos y la crisis económica de ese país hacen pensar a muchos que el TLC no será posible. ¿Cuál es su visión?
Creo que TLC vamos a tener. No tengo dudas en ese sentido, pero me parece que va a ser más difícil. Veo más dificultades en nuestra propia agenda nacional que en la elección del presidente Obama, porque las cosas que han ocurrido recientemente en Colombia en materia de derechos humanos son graves y vergonzosas.
¿El escándalo por 'falsos positivos' del Ejército qué tanto daño le hará a la imagen del país en Washington?
Esas cosas que suceden aquí tan terribles, como las de las semanas recientes, no las pueden estar produciendo sino bárbaros y gentes que no tienen ninguna consideración con la ley ni con la naturaleza humana. Cualquiera que sea el responsable, civil o militar, eso es un acto de barbarie muy complicado de explicar en el exterior.
Afortunadamente, el Gobierno es el que ha abierto las investigaciones y ha hecho los correctivos en las Fuerzas Armadas, y espero que apoye todas las investigaciones de la Fiscalía. Es un caso que necesita que los responsables tengan el más severo castigo y rechazo social con la mayor celeridad.
Barack Obama dijo en su campaña que renegociará el Nafta. ¿Podría ocurrir lo mismo con el TLC colombiano?
No creo que el TLC se pueda renegociar. Esa posibilidad no está abierta, por lo menos en lo que es el corazón del Tratado. Ese proceso tomó cuatro años y eso significa equilibrios sumamente sutiles de sectores y de regiones. Yo veo muy difícil una reapertura de esa negociación, como será también difícil para quienes han planteado que Estados Unidos renegocie el Nafta con México y Canadá.
¿Nos serviría un TLC para después del año 2012, si en el gobierno de Obama se decide archivar el asunto?
Vamos a hacer lo posible para que se apruebe pronto. Chile se demoró doce años y nosotros no llevamos sino seis. Este fue un acuerdo que se negoció de buena fe durante muchos años por dos estados soberanos y que no puede obviarse de la noche a la mañana. No creo que Estados Unidos corra el riesgo de quedar como un país poco serio.
El Gobierno insiste en que el Tratado podría ser aprobado este año, a pesar de que el Congreso de EE.UU. planea dedicarse a estudiar el tema de la crisis ¿Eso no es pecar de ingenuidad?
El cabildeo programado para el 17 de noviembre en Washington es necesario, pues es un sistema que funciona así en Estados Unidos. Hay que ir allá para volver a hablar con los congresistas, y dialogar con los nuevos que van a asumir su curul en enero, pues el objetivo es que dentro de las próximas tres semanas podamos avanzar algo.
Ojalá que todo lo que se ha hecho por parte de Colombia en los últimos años no se vea empañado por los recientes acontecimientos internos nuestros, y sirva para que allá entiendan que la relación con Colombia es algo de cuidar en cualquier Administración, sea ella republicana o demócrata.
Usted dijo hace poco que el país está al borde de una recesión, y el Gobierno salió a cuestionarlo. ¿Se sostiene en esa afirmación?
A mí parece que si no tomamos conciencia del 'tsunami' que hubo afuera en materia financiera, de lo que eso va a generar en la caída de la demanda mundial y en desempleo, y además de ello no tomamos medidas en la política monetaria y el gasto público, podemos caer en una recesión. Si lo hacemos, vamos a 'sobreaguar' mejor esta crisis que nuestros vecinos.
Colombia viene de crecer casi al 8% y este año crecería al menos un 4%.
¿Esa no es una visión muy alarmista?
Creo que hubiéramos podido llegar a la crisis internacional creciendo más, pero el Banco de la República no quiso, porque optó por una política monetaria muy estricta.
Esa política en sus inicios fue positiva, y por eso sigo pensando que se les fue la mano en las últimas decisiones en tasas de interés y de encajes. Ya reversaron los encajes y yo espero que puedan bajar pronto las tasas de interés y darle una mayor liquidez en dólares a la economía a través de los instrumentos que el banco considere más pertinentes.
Esto no sólamente con el fin de no caer en una recesión, sino también para llegar a la nueva geografía económica mundial en mejores condiciones y con mayores capacidades de aprovechar las oportunidades que allí surjan.
El Ministro de Hacienda descarta una crisis como la de 1999, porque según él, el país, y en especial la banca, están ahora más blindados que antes. ¿Usted comparte ese argumento?
Nadie en el mundo, grande o pequeño, desarrollado o en desarrollo, emergente o tradicional, puede decir que está blindado contra la crisis internacional. A todos nos va a costar algo, a algunos más y a otros menos, y eso dependerá de lo preparados que hayamos estado y de las medidas que se puedan tomar.
Hay países que van a poder utilizar el gasto público como una medida anticíclica, es decir, contra la desaceleración, pero nosotros vamos a tener serias dificultades para usar ese instrumento, que es precioso en las crisis. Todo porque tenemos un déficit público que no nos lo van a financiar. Salir con los menores costos posibles de esta crisis ya sería suficiente.
La inflación en octubre siguió alta y en el acumulado del año va en 6,90%. ¿Esa no es una razón suficiente para reconocer que el Banco de la República tiene la razón al no bajar las tasas de interés todavía?
Confío en que con el desmonte de los encajes se esté elaborando el prólogo de una política monetaria mucho más flexible y amplia, que haga descender las tasas de interés.
Me parece que la inflación sigue teniendo unos componentes externos sumamente grandes. Hay que esperar que el descenso en los precios de los alimentos y la energía, que se han visto en el mercado mundial, se trasladen a Colombia. Eso ya ocurrió en septiembre y en octubre, y va a pasar en noviembre. Esa inflación, así sea un poco más alta, no se debe a excesos de demanda en Colombia, sino a una formación internacional de precios.
¿Aún le cree a la meta de crecimiento económico del 4% que fijó el Gobierno para el 2009?
Si no hay rápidamente otras decisiones sobre una política monetaria más laxa, esos crecimientos que se están proyectando para el año próximo, aún revisados, son altos. Espero que se pueda revisar esa política monetaria para observar un horizonte de crecimiento económico que se mantenga fuerte en el 2009.
¿Cómo pinta el cierre del 2008 para la industria manufacturera, y qué esperan para el 2009?
Este año la industria no va a crecer. Y va a depender de la política monetaria y del comercio exterior si crece el año entrante o no. Eso no lo podremos saber sino en los próximos meses, y me da la impresión de que pasaremos en blanco este 2008.
Pero con un dólar más fuerte, como el de hoy, al menos habrá un alivio para los sectores exportadores...
Si la crisis mundial se profundiza se revaluará el dólar. Si la crisis disminuye se devaluará esa moneda, y por lo tanto se volverá a revaluar un poco nuestro peso y otras monedas latinoamericanas.
¿Cuál será la posición de los empresarios para negociar el salario mínimo del 2009, en medio de un frenazo de la economía y con una inflación en alza?
No hay sino una palabra para definir este asunto, tanto en el sector público como en el privado: austeridad...
La agenda con EE.UU.
Según Villegas, las relaciones políticas de los EE.UU. con Colombia seguirán siendo importantes en el gobierno de Barack Obama, como ocurrió en la administración de George Bush.
A su criterio, se mantendrá en la actual agenda bipartidista la lucha contra el narcotráfico, la colaboración en la prevención del terrorismo y el fortalecimiento de la institucionalidad democrática.
Sin embargo, habrá mayor énfasis en asuntos como el de los derechos humanos, pero sin perder de vista la lucha contra el crimen organizado y el terrorismo.
Colombia, con decisión política, puede adaptarse a esas nuevas exigencias por parte del Gobierno de Obama, dice el Presidente de la Andi.
Por Alfredo García Sierra
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La elección de Barack Obama como Presidente de Estados Unidos y la crisis económica de ese país hacen pensar a muchos que el TLC no será posible. ¿Cuál es su visión?
Creo que TLC vamos a tener. No tengo dudas en ese sentido, pero me parece que va a ser más difícil. Veo más dificultades en nuestra propia agenda nacional que en la elección del presidente Obama, porque las cosas que han ocurrido recientemente en Colombia en materia de derechos humanos son graves y vergonzosas.
¿El escándalo por 'falsos positivos' del Ejército qué tanto daño le hará a la imagen del país en Washington?
Esas cosas que suceden aquí tan terribles, como las de las semanas recientes, no las pueden estar produciendo sino bárbaros y gentes que no tienen ninguna consideración con la ley ni con la naturaleza humana. Cualquiera que sea el responsable, civil o militar, eso es un acto de barbarie muy complicado de explicar en el exterior.
Afortunadamente, el Gobierno es el que ha abierto las investigaciones y ha hecho los correctivos en las Fuerzas Armadas, y espero que apoye todas las investigaciones de la Fiscalía. Es un caso que necesita que los responsables tengan el más severo castigo y rechazo social con la mayor celeridad.
Barack Obama dijo en su campaña que renegociará el Nafta. ¿Podría ocurrir lo mismo con el TLC colombiano?
No creo que el TLC se pueda renegociar. Esa posibilidad no está abierta, por lo menos en lo que es el corazón del Tratado. Ese proceso tomó cuatro años y eso significa equilibrios sumamente sutiles de sectores y de regiones. Yo veo muy difícil una reapertura de esa negociación, como será también difícil para quienes han planteado que Estados Unidos renegocie el Nafta con México y Canadá.
¿Nos serviría un TLC para después del año 2012, si en el gobierno de Obama se decide archivar el asunto?
Vamos a hacer lo posible para que se apruebe pronto. Chile se demoró doce años y nosotros no llevamos sino seis. Este fue un acuerdo que se negoció de buena fe durante muchos años por dos estados soberanos y que no puede obviarse de la noche a la mañana. No creo que Estados Unidos corra el riesgo de quedar como un país poco serio.
El Gobierno insiste en que el Tratado podría ser aprobado este año, a pesar de que el Congreso de EE.UU. planea dedicarse a estudiar el tema de la crisis ¿Eso no es pecar de ingenuidad?
El cabildeo programado para el 17 de noviembre en Washington es necesario, pues es un sistema que funciona así en Estados Unidos. Hay que ir allá para volver a hablar con los congresistas, y dialogar con los nuevos que van a asumir su curul en enero, pues el objetivo es que dentro de las próximas tres semanas podamos avanzar algo.
Ojalá que todo lo que se ha hecho por parte de Colombia en los últimos años no se vea empañado por los recientes acontecimientos internos nuestros, y sirva para que allá entiendan que la relación con Colombia es algo de cuidar en cualquier Administración, sea ella republicana o demócrata.
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A mí parece que si no tomamos conciencia del 'tsunami' que hubo afuera en materia financiera, de lo que eso va a generar en la caída de la demanda mundial y en desempleo, y además de ello no tomamos medidas en la política monetaria y el gasto público, podemos caer en una recesión. Si lo hacemos, vamos a 'sobreaguar' mejor esta crisis que nuestros vecinos.
Colombia viene de crecer casi al 8% y este año crecería al menos un 4%.
¿Esa no es una visión muy alarmista?
Creo que hubiéramos podido llegar a la crisis internacional creciendo más, pero el Banco de la República no quiso, porque optó por una política monetaria muy estricta.
Esa política en sus inicios fue positiva, y por eso sigo pensando que se les fue la mano en las últimas decisiones en tasas de interés y de encajes. Ya reversaron los encajes y yo espero que puedan bajar pronto las tasas de interés y darle una mayor liquidez en dólares a la economía a través de los instrumentos que el banco considere más pertinentes.
Esto no sólamente con el fin de no caer en una recesión, sino también para llegar a la nueva geografía económica mundial en mejores condiciones y con mayores capacidades de aprovechar las oportunidades que allí surjan.
El Ministro de Hacienda descarta una crisis como la de 1999, porque según él, el país, y en especial la banca, están ahora más blindados que antes. ¿Usted comparte ese argumento?
Nadie en el mundo, grande o pequeño, desarrollado o en desarrollo, emergente o tradicional, puede decir que está blindado contra la crisis internacional. A todos nos va a costar algo, a algunos más y a otros menos, y eso dependerá de lo preparados que hayamos estado y de las medidas que se puedan tomar.
Hay países que van a poder utilizar el gasto público como una medida anticíclica, es decir, contra la desaceleración, pero nosotros vamos a tener serias dificultades para usar ese instrumento, que es precioso en las crisis. Todo porque tenemos un déficit público que no nos lo van a financiar. Salir con los menores costos posibles de esta crisis ya sería suficiente.
La inflación en octubre siguió alta y en el acumulado del año va en 6,90%. ¿Esa no es una razón suficiente para reconocer que el Banco de la República tiene la razón al no bajar las tasas de interés todavía?
Confío en que con el desmonte de los encajes se esté elaborando el prólogo de una política monetaria mucho más flexible y amplia, que haga descender las tasas de interés.
Me parece que la inflación sigue teniendo unos componentes externos sumamente grandes. Hay que esperar que el descenso en los precios de los alimentos y la energía, que se han visto en el mercado mundial, se trasladen a Colombia. Eso ya ocurrió en septiembre y en octubre, y va a pasar en noviembre. Esa inflación, así sea un poco más alta, no se debe a excesos de demanda en Colombia, sino a una formación internacional de precios.
¿Aún le cree a la meta de crecimiento económico del 4% que fijó el Gobierno para el 2009?
Si no hay rápidamente otras decisiones sobre una política monetaria más laxa, esos crecimientos que se están proyectando para el año próximo, aún revisados, son altos. Espero que se pueda revisar esa política monetaria para observar un horizonte de crecimiento económico que se mantenga fuerte en el 2009.
¿Cómo pinta el cierre del 2008 para la industria manufacturera, y qué esperan para el 2009?
Este año la industria no va a crecer. Y va a depender de la política monetaria y del comercio exterior si crece el año entrante o no. Eso no lo podremos saber sino en los próximos meses, y me da la impresión de que pasaremos en blanco este 2008.
Pero con un dólar más fuerte, como el de hoy, al menos habrá un alivio para los sectores exportadores...
Si la crisis mundial se profundiza se revaluará el dólar. Si la crisis disminuye se devaluará esa moneda, y por lo tanto se volverá a revaluar un poco nuestro peso y otras monedas latinoamericanas.
¿Cuál será la posición de los empresarios para negociar el salario mínimo del 2009, en medio de un frenazo de la economía y con una inflación en alza?
No hay sino una palabra para definir este asunto, tanto en el sector público como en el privado: austeridad...
La agenda con EE.UU.
CONSULTEN, OPINEN , ESCRIBAN LIBREMENTE
Saludos
Rodrigo González Fernández
Diplomado en RSE de la ONU
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