Un cambio de visión
Autor: Cristian Larroulet
28-7-2008
Autor: Cristian Larroulet
28-7-2008
Cristián Larroulet "Un cambio de visión"
En las últimas dos décadas, ha existido consenso respecto de las principales metas nacionales. Se ha concordado la necesidad de consolidar y perfeccionar nuestra institucionalidad democrática; la importancia de alcanzar el desarrollo a través de un crecimiento económico alto y sostenido, y la urgencia de una efectiva igualdad de oportunidades que signifique acceso y calidad en la educación, la salud, el empleo y la vivienda. Se han producido avances en relación con tales metas, pero en los últimos años no han existido los frutos esperados. Así, el Presidente Lagos planteó en su primer mensaje del 21 de mayo que Chile iba a ser un país desarrollado para el Bicentenario; las menores tasas de crecimiento que han existido en la presente década han hecho imposible alcanzar esa meta.
Muchas personas se peguntan por qué, habiendo consenso sobre la relevancia del desarrollo, éste no se logra. La respuesta está en la diferencia en las políticas públicas necesarias para ese objetivo. La izquierda, y por tanto la visión de una parte relevante de la Concertación, considera que esas políticas deben sostenerse en un rol mas activo del Estado, con una intervención por parte de este más directa o con regulaciones significativas al sector privado. Debe ser, por ejemplo, el sector público el que tiene la ultima palabra en aspectos tan trascendentales como los servicios de educación y de salud. Es por ello que el gasto público en estas áreas se ha multiplicado por cuatro. No obstante, no se han producido los mejoramientos correspondientes. Igual cosa ha ocurrido en materia de inversión en capital, productividad e innovación.
Por esto es que el salto que Chile necesita es fundamentalmente un cambio en la visión que la autoridad debe tener sobre las políticas públicas. Si ello no ocurre, y por más que aumentemos los recursos, no va a ser posible lograr las metas de desarrollo y equidad. Se necesita otra mirada acerca del tipo de instrumento más eficaz para alcanzar las metas nacionales. ¿Cuál es esa visión? Fundamentalmente, una que confía mucho más en la capacidad emprendedora de los chilenos. Por lo tanto, cree en políticas publicas que se basa en la libertad de iniciativa, en la descentralización de las decisiones y en un Estado que, utilizando la regla pareja, fija un marco normativo que estimula el enorme potencial de las personas. Son múltiples las aplicaciones concretas que esta visión permite. En el caso del crecimiento: reducir las barreras para crear empresas; aumentar la flexibilidad para dar más oportunidades de empleo, especialmente a jóvenes y mujeres; disminuir la carga tributaria que grava el ahorro y la inversión, e introducir más competencia en los mercados. En lo social: dar más confianza y mayor autonomía a las comunidades escolares para que ellas perfeccionen la gestión de los establecimientos; aumentar el nivel de la subvención escolar para que cada familia con sus decisiones estimule los aumentos de calidad; permitir a todos los chilenos que escojan libremente si se atienden en un hospital público o en uno particular. En suma, materializando políticas públicas que hagan realidad la libertad de emprendimiento y elección de los chilenos conjuntamente con un Estado moderno abocado a dar igualdad de oportunidades.
En las últimas dos décadas, ha existido consenso respecto de las principales metas nacionales. Se ha concordado la necesidad de consolidar y perfeccionar nuestra institucionalidad democrática; la importancia de alcanzar el desarrollo a través de un crecimiento económico alto y sostenido, y la urgencia de una efectiva igualdad de oportunidades que signifique acceso y calidad en la educación, la salud, el empleo y la vivienda. Se han producido avances en relación con tales metas, pero en los últimos años no han existido los frutos esperados. Así, el Presidente Lagos planteó en su primer mensaje del 21 de mayo que Chile iba a ser un país desarrollado para el Bicentenario; las menores tasas de crecimiento que han existido en la presente década han hecho imposible alcanzar esa meta.
Muchas personas se peguntan por qué, habiendo consenso sobre la relevancia del desarrollo, éste no se logra. La respuesta está en la diferencia en las políticas públicas necesarias para ese objetivo. La izquierda, y por tanto la visión de una parte relevante de la Concertación, considera que esas políticas deben sostenerse en un rol mas activo del Estado, con una intervención por parte de este más directa o con regulaciones significativas al sector privado. Debe ser, por ejemplo, el sector público el que tiene la ultima palabra en aspectos tan trascendentales como los servicios de educación y de salud. Es por ello que el gasto público en estas áreas se ha multiplicado por cuatro. No obstante, no se han producido los mejoramientos correspondientes. Igual cosa ha ocurrido en materia de inversión en capital, productividad e innovación.
Por esto es que el salto que Chile necesita es fundamentalmente un cambio en la visión que la autoridad debe tener sobre las políticas públicas. Si ello no ocurre, y por más que aumentemos los recursos, no va a ser posible lograr las metas de desarrollo y equidad. Se necesita otra mirada acerca del tipo de instrumento más eficaz para alcanzar las metas nacionales. ¿Cuál es esa visión? Fundamentalmente, una que confía mucho más en la capacidad emprendedora de los chilenos. Por lo tanto, cree en políticas publicas que se basa en la libertad de iniciativa, en la descentralización de las decisiones y en un Estado que, utilizando la regla pareja, fija un marco normativo que estimula el enorme potencial de las personas. Son múltiples las aplicaciones concretas que esta visión permite. En el caso del crecimiento: reducir las barreras para crear empresas; aumentar la flexibilidad para dar más oportunidades de empleo, especialmente a jóvenes y mujeres; disminuir la carga tributaria que grava el ahorro y la inversión, e introducir más competencia en los mercados. En lo social: dar más confianza y mayor autonomía a las comunidades escolares para que ellas perfeccionen la gestión de los establecimientos; aumentar el nivel de la subvención escolar para que cada familia con sus decisiones estimule los aumentos de calidad; permitir a todos los chilenos que escojan libremente si se atienden en un hospital público o en uno particular. En suma, materializando políticas públicas que hagan realidad la libertad de emprendimiento y elección de los chilenos conjuntamente con un Estado moderno abocado a dar igualdad de oportunidades.
fuente; www.chilecontodos.cl
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Renato Sánchez 3586 of.10
teléfono:56-02- 2451113. celular: 09-3934521
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